Diversas figuras de relevancia de México han alzado su voz en contra de las consecuencias del turismo masivo en la población de Real de Catorce, un lugar considerado como “pueblo mágico” y punto de peregrinación cristiano e indígena. El histórico pueblo de 1.300 habitantes está situado en el estado de San Luis Potosí y aunque su población se redujo cuando sus minas de plata dejaron de ser productivas, ha experimentado un incremento del turismo debido a su arquitectura, paisajes y lugares sagrados, según publica El Periódico.
La cineasta Petra Puente ha declarado que: "Mi pueblo está herido y peligra, los arroyos están asfixiados por la contaminación, las montañas se llenan de basura y el paisaje se torna gris mientras clama ayuda". A esto añade que "de 107 habitaciones hoteleras hemos subido a unas 600. Recibimos 1,2 millones de visitantes al año, 1.500 cada fin de semana". Aún así, aclara que su intención no es reducir el turismo pues en él se basa la economía del lugar.
Por su parte, Juan Ramón de la Fuente, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), apunta que necesitan “un desarrollo ordenado que proteja sus tradiciones con un turismo que preserve y no un turismo que devaste".
También el historiador Víctor Sánchez ha querido pronunciarse al respecto: "Me admira un pueblo que conserva la tradición prehispánica y que nos permite asomarnos a la tradición espiritual, basada en el culto a la naturaleza que existía antes de la llegada de los europeos".
Para paliar los daños relacionados con el aumento de residuos generados por el incremento de visitantes, el ingeniero Jorge Treviño Aguado ha anunciado un convenio de colaboración de la Función Real de Catorce con el Gobierno municipal.