Pocas ciudades de Europa o del mundo mantienen una batalla más intensa contra el turismo de masas que la que protagoniza Ámsterdam (Países Bajos) desde hace más de una década. El gobierno local ha adoptado numerosas medidas con el fin de limitar la actividad turística en una ciudad en la que vivir se ha convertido en “una pesadilla” para los residentes.
Para tomar perspectiva, la capital neerlandesa registró en 2019 un total de 22 millones de pernoctaciones hoteleras, cifras muy similares a las de Barcelona (21,3 millones) y Madrid (20,8 millones) y muy por debajo de París (43,2 millones) o Berlín (33,2 millones). No obstante, no hay que obviar que Ámsterdam tiene una población fija menor que las demás urbes citadas, con menos de 920.000 habitantes frente a Berlín (3,6 millones), Madrid (3,2 millones), París (2,6 millones) o Barcelona (1,6 millones).
Así, vista la carga que supone para sus ciudadanos, son varias las medidas tomadas a lo largo del tiempo:
1. Multas para frenar comportamientos incívicos
Una de las primeras medidas tomadas por el consistorio fue la imposición de multas a aquellos visitantes que mostrasen comportamientos incívicos como consumir alcohol en la calle, tirar basura, orinar en lugares inadecuados o generar desorden público.
2. La tasa turística más alta de Europa
En 2018, puso el foco en la recaudación y creó su tasa turística (toeristenbelasting). Este impuesto sufrió un importante aumento este 2024 que le ha llevado a convertirse en la tasa turística más alta de Europa.
Grava diariamente con un 12,5% de la tarifa por noche (sin IVA) las pernoctaciones en hoteles, apartamentos, campings y viviendas vacacionales. Además, las empresas que realizan cruceros marítimos y fluviales pagan 14 € por pasajero.
3. Restricción de las visitas guiadas al Barrio Rojo
En enero de 2020, entraron en vigor las restricciones a los tours guiados por el Barrio Rojo, con los que se perseguía garantizar el respeto a las trabajadoras sexuales y reducir el ruido y el exceso de basura. Así, se estableció un cupo máximo de 15 personas a los grupos, que solo podrían organizarse hasta las 19:00 horas.
El año anterior ya se había establecido una normativa que obligaba a los turistas a estar de espaldas a las ventanas donde se exhiben las prostitutas, mientras se paraban a escuchar las indicaciones de su guía.
4. Prohibición del alquiler vacacional
En 2020, Ámsterdam impuso una prohibición sobre el alquiler vacacional en el casco antiguo, mientras que para el resto de la urbe exigía contar con un permiso y limitaba la oferta a un máximo de 30 noches al año para un máximo de cuatro personas. La prohibición quedó anulada en 2023 por parte del Consejo de Estado, mientras que las limitaciones sí que se han mantenido vigentes.
5. Límite de visitas y pernoctaciones
En junio de 2021, aprobó el plan ‘Toerisme in balans Amsterdam’ que contenía medidas destinadas a lograr un equilibrio, incluido un tope máximo a las pernoctaciones y visitas diurnas, fijado en 20 millones anuales. Según el reglamento, la ciudad debe llevar el control del número de pernoctaciones registrado a lo largo del año; en el momento en que se excedan los 18 millones, las autoridades pueden intervenir con medidas que van desde aumentar el impuesto turístico hasta restringir el alquiler de habitaciones o viviendas privadas.
6. Prohibición del consumo de cannabis en la calle
Desde mayo de 2023 implantó otra medida cuyo objetivo era limitar aún más los excesos: la prohibición del consumo de cannabis en las calles del casco antiguo. En esta batería de medidas también se incluyó el adelanto de la hora de cierre de los locales de hostelería y prostitución, especialmente los fines de semana. Asimismo, también se restringió aún más la venta de alcohol en la zona, con el foco puesto especialmente en evitar la venta ambulante.
7. Vetar a los cruceros
En junio de 2023 le llegó el turno a los cruceros, pues se vetó la entrada de grandes buques a los canales de la ciudad con el fin de reducir la polución y la masificación turística.
8. Moratoria hotelera
En este 2024 se ha hecho efectiva la moratoria hotelera que prohíbe completamente la construcción de nuevos hoteles, salvo aquellos proyectos con licencia previa que aún no han sido materializados —actualmente existen 26 iniciativas en marcha, según datos oficiales—. La única excepción que hará el consistorio es que los hoteles que cierren podrán dar paso a nuevos, que tendrán que cumplir férreos criterios de sostenibilidad.
Bonus: Limitaciones en Schiphol
A todo ello se suma una medida relevante que, si bien no proviene del Ayuntamiento, sí que puede influir en la cantidad de turistas que llega a la capital de Países Bajos. Se trata de la reducción en el número de operaciones aéreas que pretende aplicar el Ministerio de Infraestructuras y Administración del Agua en el Aeropuerto de Ámsterdam/Schiphol y que podría llegar a aplicarse si supera los vaivenes judiciales y la presión internacional.