Destinos
“Abast es un sistema no intrusivo que monitoriza el aforo de las playas”
“Las cámaras no graban rostros ni los identifica, solo los detecta”, aclaró Marc Ferré, técnico de la compañía tecnológica Abast
La crisis del Covid ha obligado a implementar cambios en actividades tan rutinarias como ir a la playa, con el fin de cumplir las medidas de seguridad. Ante este escenario, Salou (Tarragona) ha incorporado un sistema de sensores que monitoriza la ocupación de los arenales. "Se compone de la instalación de 22 sensores basados en cámaras de videovigilancia inteligentes, que contabilizan en tiempo real las personas que se encuentran en la arena", detalló el técnico de la compañía tecnológica Abast, Marc Ferré, en una entrevista concedida a Tourinews. Así, el sistema vela por el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias de la OMS para prevención del Covid-19, de afluencia y distancia social en las playas, y las órdenes del Ministerio de Sanidad respecto al tránsito y permanencia en las mismas.
Estas cámaras, del fabricante Bosch, "incorporan inteligencia artificial y, a través del análisis de movimiento, formas y otros parámetros, permiten identificar qué número de personas hay en una zona delimitada, que se encuentre dentro de su área de visión (un radio de unos 150 metros)", explicó Ferré. En este punto, aclaró que "el sistema se basa en una tecnología avanzada, no intrusiva a la intimidad, ya que los sensores de las cámaras no registran ni transmiten imagen real, sino que la analizan para obtener un recuento de las personas ubicadas en una zona concreta".
Pregunta (P): ¿En qué consiste este sistema de seguridad para controlar el aforo de las playas?
Respuesta (R): Son cámaras, una solución tecnológica a través de sensores inteligentes que reconoce a las personas, las distingue de objetos. No graban rostros ni los identifican, solo los detecta. El sistema se basa en una tecnología avanzada no intrusiva que capta el movimiento de las personas en la arena. El propio sensor analiza las imágenes y únicamente transmite la información del recuento obtenido, sin transmisión de ninguna imagen, para que el usuario, a través de su dispositivo móvil, pueda recibirla en un mapa de las playas que alerte de la ocupación.
P: ¿Cómo sectorizan la playa?
R: Las playas las dividimos en sectores virtuales, sin barreras físicas. Cada cámara hace una patrulla por su sector y va transmitiendo el número de personas. Los metadatos obtenidos en tiempo real, de todos los sensores instalados por Abast, se transmiten a los sistemas de información, donde se integran en una solución GIS para que puedan ser consultados por los usuarios en la web, sin necesidad de descargar aplicación. Así, pueden conocer en tiempo real los niveles de ocupación de las playas e informarse de su estado en sectores concretos, a través de sus teléfonos móviles.
P: ¿Cómo sabrá el usuario el nivel de ocupación de la playa?
R: Se podrá saber si se puede acceder a la playa porque habrá una leyenda fácil y comprensible, en tres colores: verde, naranja y rojo, que indica el umbral de capacidad. El sistema de control alimenta un canal de información que invita a la responsabilidad de uso para prevenir y evitar aglomeraciones. Es decir, el resto lo dejamos al sentido común de cada usuario y a la responsabilidad personal y colectiva, que son las distancias de seguridad (dos metros) y las recomendaciones sanitarias en las playas, no acudiendo a los puntos con más saturación, es decir los que sobrepasan los límites de aforo permitidos.
P: ¿Utilizarán los datos recabados para otros estudios?
R: La tecnología Deep Learning incorporada permite que estos sensores puedan ser ‘entrenados’, como cuando educas a un niño, y sean cada vez más exactos en la diferenciación de objetos y personas. Gracias a los macrodatos (el big data) puede ser muy útil. Se pueden hacer estadísticas, por ejemplo, pero también puede servir para vigilancia nocturna, control de tráfico, etcétera. Se la puede entrenar.
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