El turismo rural ha sido el segmento triunfante en el peor verano para el sector por el impacto de la crisis sanitaria. Tras meses de confinamiento, los españoles optaron por hacer escapadas a entornos rurales y de naturaleza a la hora de disfrutar de sus vacaciones.
“Los resultados de julio y agosto fueron muy positivos, 14 puntos superiores a los del año pasado, colocando al turismo rural en el punto de mira del turismo vacacional para gente que, a lo mejor, en otras circunstancias no habría hecho turismo rural”, señala Ana Alonso, directora de comunicación de EscapadaRural.com, el portal con mayor oferta de alojamientos rurales (el 82% del total abiertos en el país) y un referente para el viajero como buscador de municipios históricos, de localidades de interior, de altas montañas, calles empedradas y viviendas de tejados empinados o aisladas en plena naturaleza.
Pregunta (P): ¿Qué es EscapadaRural?
Respuesta (R): Es un portal especializado en turismo rural, que lleva 13 años en activo, con un modelo de negocio que presenta a los viajeros toda la oferta alojativa del país, más de 17 mil establecimientos. También ofrece una guía de sugerencias sobre qué hacer en cada uno de esos destinos rurales que nos reserva nuestra geografía.
P: ¿La web es un intermediador?
R: Tenemos un directorio en el que, utilizando diferentes filtros, por ubicación, personas, alquiler íntegro o por habitaciones, presenta esa oferta alojativa, y es el viajero el que contacta directamente con la casa para terminar cerrando la reserva. Hay mucho contacto directo entre el viajero y el dueño de la casa.
P: Las sugerencias que ofrecen, ¿también son a título informativo?
R: Ofrecemos muchas sugerencias a título informativo sobre lo que se puede hacer durante una escapada rural. De hecho, nosotros sabemos que lo primero que elige el viajero es dónde quiere ir y después selecciona la casa donde desea hospedarse. Luego, a través del blog, ofrecemos información del destino y, a veces también, de las actividades que se pueden realizar en él. Pero si alguien quiere hacer un descenso en kayak o vivir una experiencia gastronómica, entonces tiene que buscar al proveedor de esa propuesta y cerrar con esa empresa la actividad que desea vivir.
P: ¿Qué ha sucedido este verano con el Covid?
R: Este verano teníamos mucho miedo de ver cómo iba a funcionar, y eso que la Organización Mundial del Turismo ha designado 2020 como Año del Turismo y el Desarrollo Rural. Primero, durante el confinamiento vimos que muchos negocios tenían que cerrar y se anulaban reservas, sin embargo, el verano dio un giro a esa situación e hizo que los resultados de julio y agosto fueran tan positivos e incluso 14 puntos por encima a los del año pasado. Estábamos emocionados con la idea de que íbamos a dar visibilidad, a dar un empujón, al sector. El covid ha puesto en el punto de mira al turismo rural como una opción para gente que, a lo mejor, en otras circunstancias no habría apostado por él.
P: ¿Está siendo una oportunidad para captar un tipo de cliente que normalmente elige otro segmento?
R: Queremos pensar que sí, pero ahora habrá que esperar a ver cómo es el comportamiento de este nuevo cliente que ha llegado a las casas. Sabemos que cuando haya normalidad algunos volverán a otro tipo de vacaciones, viajar por el mundo, escapadas urbanas o el concepto de sol y playa, pero sí es una oportunidad para aquellos que han vivido su primera experiencia en turismo rural se lo miren con cariño. También está en la mano de los profesionales que trabajamos en el sector proporcionarles una buena experiencia y hacerles sentir que vale la pena repetir.
P. ¿Qué fortalezas tiene el turismo rural frente al turismo de sol y playa o el urbano, conviviendo con el Covid?
R: Nosotros lo vemos como una propuesta en la que el cliente se puede sentir más seguro por muchos motivos. En primer lugar, porque permite la opción de alojarse alquilando íntegramente una casa, con lo cual las personas con las que convive en su residencia habitual pueden ser las mismas, rodeados de la naturaleza y el paisaje, lo que da sensación de seguridad y de menos posibilidad de contagio. En segundo, está la proximidad, ya que en cualquier territorio de España puedes encontrar oferta alojativa cerca de tu lugar de residencia, con lo cual tienes esa sensación de “bueno, si pasa cualquier cosa puedo regresar de inmediato a casa, pues estoy a media o a una hora de distancia”. Luego están los desplazamientos, que se suelen producir con el vehículo propio y no en trasporte público, que es más propenso al contagio. A ello se le suman las cualidades que ya tenía el turismo rural como el contacto con la naturaleza, la sensación de espacios abiertos y de calidad de vida que, después del confinamiento, los urbanitas buscaban especialmente.
P: Para mucha gente, sobre todo de urbes como Madrid o Barcelona, salir de escapada fue todo un alivio.
R: Sí, salir de las cuatro paredes de un piso en una ciudad era casi de prescripción médica. Llegar a un entorno natural te hace ver la vida de otra manera, todo fluye.
P: ¿Ha sentido el ámbito rural la amenaza de la invasión de la ciudad, un entorno donde ha habido más contagios?
R: De alguna manera sí, sabemos que ha sido así. Nosotros tenemos mucho contacto con las asociaciones de turismo rural a través de sus presidentes, también con empresarios, y nos trasladaron, sobre todo al principio, que en las poblaciones rurales, donde la media de edad es bastante elevada, empezaba a haber turismofobia. “Bueno, ahora que aquí tenemos un índice tan bajo de contagios, van a venir de la ciudad y vamos a correr más riesgos”. Esto fue delicado de manejar, pero poco a poco nos hemos acostumbrado a convivir con el virus, y lo que nos queda, lamentablemente.
P: ¿Se han cumplido los deberes con respecto a seguridad e higiene?
R: Llevamos haciendo oleadas de encuestas desde el año 2013. Precisamente, este verano, desde el Observatorio de Turismo Rural hemos preguntado a las personas qué sensación han vivido respecto a la seguridad e higiene en los establecimientos donde se han alojado, qué información habían recibido con respecto a ello y si tenían la sensación de que se habían cumplido. Y una abrumadora mayoría, un 97% de los encuestados, que eran más de 20 mil personas, decían que sí habían sido informados y sí se había cumplido esas medidas, así que tenemos un dato estadístico que nos dice que hemos hecho bien los deberes. Estos datos nos dicen también que mientras siga presente la pandemia se va a seguir viendo el turismo rural como una de las mejores opciones para hacer una escapada, disfrutar de nuestro tiempo libre en la naturaleza, sintiéndote seguro. Y es un destino asequible, pues no olvidemos el impacto económico que ha tenido la pandemia en las familias. Es el momento de apoyar el sector por parte de los destinos, de las administraciones. El turismo rural no solo es el hermanito pequeño, sino que ahora merece toda nuestra atención. Si seguimos trabajando así, nos irá fácilmente bien teniendo en cuenta las circunstancias.