Todos los focos están sobre la organización juvenil de la Izquierda Independentista Arran, que ha protagonizado las últimas manifestaciones en contra del turismo masivo en ciudades como Barcelona y Palma de Mallorca. Por ello, desde la asociación ha emitido un comunicado a través de su plataforma web en el que, por una parte, defienden que no están en contra de la llegada de visitantes a la región, y por otra, proponen la expropiación de activos turísticos como hoteles y parques temáticos.

Desde el inicio del comunicado denuncian la existencia de sectores que califican como ‘turismofobia’ cualquier oposición al turismo y critican que el término ha sido creado para “desvirtuar una lucha completamente legítima”. A partir de este punto dejan claro que “no están en contra de los turistas ni del turismo” admitiendo que ellos también lo son y que “viajar es una actividad humana que puede ser muy enriquecedora”.

Donde centran sus críticas es en el actual modelo turístico que, según su visión, “responde a un modelo capitalista que está concentrando los beneficios en muy pocas manos” y que “empeora las condiciones de vida de la inmensa mayoría”. Creen que esta forma de desarrollar la industria “está provocando la destrucción de nuestro territorio” y “está haciendo aumentar los precios del alquiler” expulsándolos de sus barrios y “alejando a las personas de sus redes familiares. Además, denuncian que esta forma de entender el turismo está “precarizando más” el trabajo y “destruyendo la identidad propia de los barrios”.

Ante esta situación, considerada “caótica e injusta” especialmente reseñable en los campos de la vivienda y el trabajo, tienen su propia propuesta de solución basada en cuatro ejes, pudiendo ser considerados algunos de ellos controvertidos.

Suscripción

El primero es mejorar las condiciones laborales mediante el aumento de salarios, la eliminación de los pagos en negro y las externalizaciones en las empresas del sector turismo. Todo ello “a través del control y de la inspección de trabajo” así como el fomento del cooperativismo.

A su vez, plantean aumentar los impuestos de las empresas y “destinar la recaudación a diversificar la economía con tal de avanzar en la soberanía económica”.

Uno de los puntos más delicados llega con la “prohibición inmediata de la actividad de las empresas relacionadas con los pisos turísticos como Airbnb para regular el precio de la vivienda”. Una medida que podría contentar al sector hotelero de no ser por la última: la expropiación de “las principales empresas y activos turísticos del país como puertos deportivos, hoteles (citan el Vela y Las Arenas, ambos en Barcelona) o parques temáticos como Port Aventura”. El objetivo de esta medida, según manifiestan es poner los beneficios económicos al servicio de la población.

Por último, realizan un llamamiento para obtener el apoyo de jóvenes y vecinos de todo el país para lograr estos objetivos, que probablemente sean recibidos con preocupación por instituciones y empresarios vacacionales.