Durante la jornada de ayer, 15 de junio, los autobuses han tomado las calles de Barcelona con marchas lentas con el fin de pedir soluciones para un sector que se ha visto duramente afectado por el parón del Covid-19. Y es que con las medidas para frenar la propagación de la pandemia se paralizaron de golpe casi todas sus fuentes de actividad: las excursiones escolares, las bodas, los viajes del Imserso, los tours turísticos, los congresos y convenciones, los cruceros o los transfers.
 


 

Convocados por la asociación Direbus (Asociación de Transporte Discrecional y Turístico), exigen una reducción del IVA, flexibilizar los ERTE, ayudas al sector y un aumento de 16 a 18 años el período de vida de los autocares. Y es que de no recibir apoyo, la supervivencia de estas empresas está en peligro y con su caída también está en riesgo la cadena de valor turística.

Un actor clave de la cadena de valor del turismo

Las empresas de autobuses están presentes en algunas de las fases más importantes del viaje. Así, si estas quiebran se pone en peligro el negocio de los touroperadores, hoteleros, aerolíneas, parques temáticos, museos, etc. 

Son generalmente las empresas de autobuses las encargadas de los transfers entre el aeropuerto y el complejo alojativo, siendo los responsables de generar la primera buena impresión en el visitante cuando llega al destino.

De la misma manera, juegan un papel clave en las experiencias en destino, es decir, las excursiones, los tours y las actividades que ofrecen tanto TT.OO. como compañías de cruceros. Y no debe tomarse a la ligera el peso que tienen las actividades en destino para la industria. Sin ir más lejos, el gigante TUI Group lo considera uno de los tres ejes principales de negocio, habiendo vendido en 2019 cerca de 10 millones de actividades.

Así, el parón turístico les ha impactado fuerte, pero la quiebra de dichas empresas podría suponer un daño irreparable para toda la industria.

Dos protestas en menos de una semana

Es la segunda vez en menos de una semana que los profesionales del transporte discrecional toman las calles españolas. El pasado 10 de junio ya lo hicieron cerca de 2.500 autocares en una treintena de ciudades como Albacete, Alicante, Badajoz, Bilbao, Cáceres, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Jaén, León, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla o Valencia.
 

Los autobuses colapsan las calles para pedir medidas urgentes

Foto: Direbus 

Cataluña

La pasada semana unos 150 autocares de 75 empresas realizaron una marcha lenta por el centro de Barcelona. En Tarragona, una treintena de vehículos participaron en una protesta similar. En el siguiente vídeo se puede ver a los autocares que participaron en la manifestación en la Ciudad Condal.
 

Madrid

En la capital se concentraron hasta 150 autobuses que llegaron hasta la misma sede el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana donde el presidente de Direbús, Alfonso Taborda, entregó las peticiones de los manifestantes.
 

Andalucía

En Andalucía se manifestaron bajo los lemas “Salvar el Autocar” y “Nosotros también somos turismo”. En Sevilla (vídeo) no solo sacaron sus autocares a la calle, sino que también se manifestaron a pie. En Málaga, más de 85 autobuses salieron también a protestar.
 

País Vasco

Los autobuseros también provocaron paralizaciones en los centros de Bilbao y San Sebastián. En el vídeo se puede ver una vista aérea de la situación que se dio en la ciudad donostiarra.
 

Extremadura

Badajoz y Cáceres tuvieron caravanas de 53 y 40 vehículos, respectivamente. En las imágenes se recogen las protestas cacereñas.