La patronal hotelera HOSBEC ha publicado el informe anual que hace balance de la ocupación en la Comunidad Valenciana durante 2021, año que ha finalizado con “una ocupación hotelera irregular, marcada por el estado de alarma en la primera fase del año, un verano aceptable y el ‘tsunami ómicron’ a las puertas de diciembre”.
HOSBEC realiza una comparativa de los datos de 2021 con los de 2019, dado que 2020 es un año inservible para ninguna estadística por su casi nula inactividad turística. El balance general es que la recuperación turística no se ha consolidado durante 2021 y que los datos reflejan un comportamiento de la demanda muy marcado por la evolución sanitaria, tanto en España como en los principales mercados internacionales.
De esta manera, Benidorm y la provincia de Valencia son los destinos que más han sufrido en este 2021, cerrando el año con un 23% menos de ocupación que en 2019. La provincia de Castellón cierra 2021 con un 63,5% frente al 73,9% de antes de la pandemia y la Costa Blanca (excluyendo a Benidorm) es la que menos ha notado las abatidas del Covid, concluyendo el año con un 61% de ocupación media frente al 68,8% de 2019.
El primer cuatrimestre del año estuvo marcado por el estado de alarma y el cierre perimetral que mantuvo cerradas las fronteras de la Comunidad Valenciana hasta el 9 de mayo.
Ya en agosto de 2021, la ocupación hotelera se situó entre el 83% y el 90% y los valores de actividad se aproximaron a los que se registraron durante 2019. Sin embargo, la aparición de la variante delta y las estrictas restricciones impuestas por Reino Unido mermaron la afluencia de turistas británicos, principal mercado internacional para la Comunidad.
A finales de noviembre irrumpió otra variante, ómicron, mucho más contagiosa, aunque menos agresiva para la salud humana. Esta nueva ola provocó el descenso de las previsiones de ocupación para la etapa invernal y Navideña, quedando entre el 37 y el 45%, cuando antes de ómicron se esperaba hasta un 80%.
El informe de HOSBEC concluye que “la ansiada recuperación turística tarda en llegar” y se adelanta a los posibles movimientos del Gobierno valenciano, desaconsejando “la puesta en marcha de ninguna invención fiscal en forma de tasa turística, salvo que lo que se quiera sea destrozar a un sector que tanto ha padecido durante la pandemia”.