A día de hoy, ya son numerosos los destinos nacionales, y también internacionales, los que han suspendido sus fiestas de Carnaval para 2021 debido a la evolución de la pandemia por coronavirus. Estas cancelaciones, además de recordarnos la gravedad de la crisis sanitaria que estamos viviendo, tienen un impacto económico sin parangón en las diferentes ciudades.
Entre los carnavales ya cancelados se encuentran algunos de los más importantes de España —Cádiz, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria— y del mundo —Río de Janeiro o Nueva Orleans—. A continuación, trataremos de analizar la huella económica que dejan estas fiestas, de gran atractivo turístico.
Cádiz
A mediados de septiembre, el ayuntamiento gaditano canceló el Concurso Oficial de Agrupaciones de Cádiz (COAC), el acto más importante y alrededor del cual se enmarca el Carnaval de la ciudad.
En este 2020, en una edición ya marcada por el inicio de la pandemia (del 21 al 29 de febrero), el Carnaval recibió 400.000 visitantes que dejaron unos ingresos de entre 5 y 10 millones de euros. En un año normal, como 2019, los ingresos pueden llegar a ascender hasta los 20 millones de euros.
En el caso de Cádiz, además, se reparten los beneficios con las localidades cercanas como San Fernando o Jerez de la Frontera, ya que la ocupación hotelera rondó el 90% en todas ellas este año. En 2019, los hoteles prácticamente llegaron al lleno absoluto.
Santa Cruz de Tenerife
La capital tinerfeña anunció en la segunda semana de octubre que su famosa festividad de disfraces y caretas, considerada de interés turístico internacional, queda suspendida para 2021 por primera vez en 60 años, viéndose reducida a una gala homenaje y a una serie de actos audiovisuales para evitar aglomeraciones.
El Ayuntamiento de Santa Cruz invierte unos 3 millones de euros en esta celebración que se ven revertidos en los más de 35 millones de euros que el Carnaval deja repartidos por todo el tejido económico de la ciudad, desde las tiendas y bazares de venta de disfraces y accesorios hasta el sector turístico, ya que la ciudad recibe unos 170.000 visitantes, extranjeros y nacionales, en esas fechas.
El gasto de los turistas en 2018 fue de 11 millones de euros y la ocupación hotelera durante esas fechas rozó el 90%. De hecho, Santa Cruz de Tenerife es el destino que más demanda de alojamiento recibe durante la segunda mitad del mes de febrero, concentrando el 25% de las búsquedas en internet, según el buscador de apartamentos vacacionales HomeToGo.
Las Palmas de Gran Canaria
La última en anunciar la suspensión de sus carnavales ha sido la capital grancanaria. El Ayuntamiento había pospuesto su celebración hasta mayo, pero dada la situación sanitaria, ha decidido anularlos. La concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, ha anunciado que se celebrarán algunos actos a lo largo de 2021, pero obviamente no tan multitudinarios como pueden ser la Gran Cabalgata o la Gala de la Reina.
En 2018, las fiestas requirieron una inversión de 2,4 millones de euros, de los cuales 1,4 son aportados por el Consistorio y el resto lo completa el sector privado. Como curiosidad, el 42% de esa inversión va destinado al escenario del Parque Santa Catalina, el epicentro de la fiesta.
Los Carnavales suponen unos ingresos de 15 millones de euros para la ciudad capitalina y los negocios de alrededor del parque aseguran que su producción se incrementa un 200%. En el caso del turismo, la ocupación de los hoteles es total. Los complejos se llenan con miles de visitantes procedentes de Reino Unido, de otras islas canarias o del resto del territorio nacional y su estancia no se limita solo al fin de semana.
Fuera de España
Otras ciudades que se han visto obligadas a suspender sus carnavales han sido las brasileñas Río de Janeiro y São Paulo. En el caso de Río, el Carnaval más grande del mundo, el impacto económico en 2019 fue de 875 millones de dólares, ya que recibió 7 millones de visitantes.
También Nueva Orleans (en Luisiana, EE. UU.) ha suspendido todos los eventos previos al Mardi Gras, una festividad que consigue atraer a más de 10 millones de visitantes que generan un gasto de más de 70 millones de dólares en hoteles y 61 millones en comida, bebida, transporte, etc.
En Barranquilla (Colombia), donde también es grande la celebración del Carnaval, la fiesta finalmente se hará de manera digital, por lo que la ciudad dejará de ingresar los 18 millones de dólares que percibió en 2018.