El Aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat ha jugado un papel importante en el reciente acuerdo político que permitirá la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat. Desde hace tiempo, tanto para el Gobierno Central como para el PSC, la ampliación del aeródromo ha sido un objetivo prioritario, frustrado por falta de consenso. Así, la promesa de modificar el aeropuerto para mejorar su funcionamiento se incluye en el acuerdo rubricado entre ERC y PSC —y que suscribirá En Comú Podem—, aunque en este no se hable de "ampliación", sino de "modernización" del aeropuerto.
Y es que esta pequeña diferencia semántica puso en juego la consecución del pacto, ya que ni ERC ni En Comú Podem están dispuestos a dedicar una partida para desarrollar el plan original de ampliación promovido por el Gobierno y AENA, al diseñar este entre sus reformas la prolongación de una de las pistas sobre la reserva natural de La Ricarda.
"Lo que hemos acordado es que el Aeropuerto del Prat tiene que incrementar su capacidad. Esta es la expresión con la que todos nos sentimos cómodos. Tenemos que pasar de las 70 operaciones a la hora a las 90, así que vamos a estudiar este año cómo se hace esto", afirmó Salvador Illa, primer secretario del PSC, en rueda de prensa. También compareció la portavoz de ERC, Marta Vilalta, asegurando que el desarrollo pactado del Aeropuerto seguirá un modelo que respete la biodiversidad y evite la especulación urbanística, "sin ampliaciones de pistas que no son necesarias ni útiles".
Por tanto, aún se desconocen las políticas que se llevarán a cabo para conseguir que El Prat aumente su flujo de vuelos y se convierta en un hub internacional que atraiga rutas de larga distancia. En los últimos meses, el sector empresarial ha presionado con intensidad en favor de la ampliación del aeropuerto, considerando el Col·legi d'Economistes de Catalunya que se debe alargar la pista más próxima al mar, aunque afecte a La Ricarda, ya que "su limitada longitud impone límites para la operación de vuelos a destinos más alejados como la costa oeste de EE.UU., algunos destinos de Sudamérica o del extremo oriente".
Sin grandes inversiones hasta 2026
En 2021 se aprobó el Documento de Regulación Aeroportuaria II (DORA II), que regula el plan económico de Aena y de su red de aeropuertos durante el periodo 2022-2026, y que es de carácter invariable. Aunque se determine un nuevo consenso para ampliar El Prat, Barcelona tendrá que esperar a DORA III, que recogerá las acciones y presupuestos desde 2027 a 2031.
Según proyectó Aena en 2021, El Prat superaría su capacidad máxima de gestión de pasajeros en el mencionado 2026, fecha en la que atraería más de 55 millones de usuarios. El presidente de Aena afirmó además que el margen de financiación para garantizar el normal funcionamiento de El Prat es estrecho, en comparación con el plan de ampliación rechazado en 2021, que llevaba asociado una inversión de 1.700 millones de euros.
El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat recibió 41,6 millones de pasajeros en 2022, un 21% menos que en 2019.