Los gobiernos regionales de Cataluña, Navarra, País Vasco y La Rioja han alcanzado un acuerdo para colaborar en la gestión y la promoción del Camino Ignaciano. Esta ruta recrea el itinerario que recorrió el fundador de los jesuitas, Ignacio de Loyola, en 1522 desde el santuario de Loyola, lugar que le vio nacer y situado en la localidad de Azpeitia (Guipúzcoa), hasta Manresa (Barcelona).

El recorrido contribuye a promocionar ciudades, lugares y regiones interiores que cuentan con un importante patrimonio monumental y cultural, pero que aún no son lo suficientemente conocidas desde el punto de vista turístico.
 

El objetivo de la colaboración entre estas cuatro comunidades autónomas es desarrollar un modelo turístico diversificado, sostenible e innovador, basado en la desestacionalización, que remarque el valor tanto del medio natural como del patrimonio histórico, arquitectónico, religioso y cultural.

Las cuatro comunidades crearán una Mesa de dirección, que estará presidida por el responsable del área de Turismo en cada región, de manera rotatoria en mandatos de un año. El primer año la presidirá la directora general de Turismo del Gobierno del País Vasco.
 

El Camino Ignaciano se divide en veinte etapas, a lo largo de unos 700 kilómetros y atraviesa el País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. Transita por pueblos y rincones tranquilos, poco concurridos, pero ricos en estilos románico y gótico y monumentos religiosos poco conocidos.

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Otro elemento a destacar es su componente enogastronómico, que ofrece infinidad de actividades. En este sentido, la gastronomía del Camino está basada en la dieta mediterránea y en productos de proximidad, lo que facilita que algunos restaurantes ofrezcan en su carta platos especiales de cocina del peregrino.

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