"Los chiringuitos de Playa del Inglés y Maspalomas aún se pueden adaptar al entorno"

La reciente instalación de kioscos en la playa de Las Burras (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria) ha vuelto a abrir el debate sobre los chiringuitos de playa y ha puesto el foco en los instalados anteriormente en Playa del Inglés y Maspalomas.

Tras años de espera por los reemplazos, que permanecieron almacenados a la espera de los permisos pertinentes, fueron finalmente colocados. La reacción adquirió inmediatamente un carácter negativo al descubrirse el diseño de estos nuevos kioscos ya instalados en sus localizaciones finales, una suerte de cajas de estética muy dura, con geometrías y ángulos muy marcados lo cual no ayuda a su integración en un entorno tan especial como es el Espacio Natural Protegido de las dunas de Maspalomas. 

En la imagen se puede ver la comparativa entre los chiringuitos usados durante 20 años (a la derecha) y los nuevos modelos (izquierda)

Una propuesta de mejora

El estudio onda arquitectura, liderado por el arquitecto Javier Haddad, lleva años estudiando la problemática de la zona turística del sur de Gran Canaria y en especial aquellos aspectos que debido al paso del tiempo han quedado ya obsoletos. Por ejemplo, en el 2016, como tutor de curso de la Universidad de TUWien en Viena, Haddad desarrolló una serie de propuestas para la revitalización comercial de la Av. Italia en Playa del Inglés.

Tourinews ha tenido la oportunidad de conversar con Javier Haddad con el fin de conocer los detalles de su propuesta que puede convertirse en una solución muy efectiva para poner en valor este emblemático destino turístico.

Pregunta (P): ¿Por qué el diseño actual ha generado tal avalancha de críticas?

Respuesta (R): Hay que tener en cuenta que el resultado final de diseño ha sido consecuencia de las múltiples normativas y condicionantes impuestos por las distintas entidades públicas con competencias sobre los mismos debido a que se actúa sobre un Espacio Natural Protegido. En 20 metros cuadrados se debían integrar todas las necesidades de uso mientras que se requería que el objeto resultante fuera fácilmente y periódicamente “desplazable” para así minimizar el impacto en las corrientes eólicas debido a su proximidad con las dunas. Es por ello, por lo que se planteó un diseño compacto con una estructura totalmente independiente de la arena. Cada kiosco alberga un baño completo, un grupo electrógeno integrado, dos grandes depósitos de agua - uno de agua limpia y otro de aguas residuales además de la zona de barra de atención al público y un área de almacenaje.

Detalle del aspecto actual de los kioscos de Playa del Inglés y Maspalomas

P: Si los condicionantes eran tan estrictos y limitantes, ¿cuál ha sido el error?

R: Los nuevos kioscos resuelven de una manera compacta y eficiente todos los condicionantes planteados por el espacio natural protegido, sin embargo, el resultado estético y visual es demasiado duro, asemejándose más a un contenedor de carga que a un kiosco de playa. Sin embargo estos chiringuitos de Playa del Inglés y Maspalomas aún se pueden adaptar al entorno.

P: ¿En qué se basa la propuesta que plantean?

R: Realmente los objetivos serían, por un lado suavizar la imagen general del kiosco para integrarlo mejor en su entorno y por otro aportar una zona de sombra fácilmente desmontable para dar cabida a un espacio de descanso del sol y favorecer el consumo. Además de esto, se propondría como norma general evitar el uso de elementos fijos para minimizar el impacto en el entorno. Por otro lado, se intentaría evitar el uso de materiales artificiales o altamente industrializados en favor de otros más orgánicos como la madera y la vegetación.

Quedaría por ver, siempre que la propuesta tuviera aceptación general, que las autoridades pertinentes desarrollaran una estrategia de implementación para adecuarlos y poder así enmendar una imagen que como está actualmente, no ayuda a la reincorporación de Gran Canaria a circuito turístico de alto standing al que aspira en el inminente mundo Post-Covid.

El estudio arquitectónico ha hecho una propuesta a modo de ejemplo indicativo. Consideran que solo panelando el frontal del kiosco con listones de madera y añadiendo una lona tipo militar, que da sombra a un mobiliario y que pudiera recogerse al final del día, se consigue suavizar la imagen de los mismos y crear nuevas zonas efímeras de sombra y asiento.