Hablar de la Costa Blanca -que forma parte del litoral mediterráneo, en la provincia de Alicante-, es hablar de 200 km de playas de arena fina, calas y acantilados; es hablar del castillo de Santa Bárbara, de Terra Mítica o Benidorm. A sus orillas reúne localidades costeras de gran interés turístico como Altea, Benidorm, Santa Pola y Torrevieja, entre otras, siendo un destino clave para el turismo de sol y playa.
Sin embargo, no es únicamente su oferta de sol y playa lo que convierte a Costa Blanca en una de las zonas más queridas tanto por los viajeros nacionales como los turistas internacionales, sino también su riqueza natural, cultural, deportiva y gastronómica.
La Costa Blanca reúne rincones paradisiacos: más de 170 playas y calas se suceden desde el norte, donde el paisaje montañoso se funde con el mar, trazando en su encuentro calas y acantilados, pasando por las extensas playas de arena fina más famosas de Benidorm, hasta llegar a las caprichosas dunas de Guardamar del Segura, al sur. Por otro lado, sus construcciones arquitectónicas ofrecen una estampa de contrastes a lo largo de su litoral, como la cúpula azul de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo en Altea, las coloridas viviendas de pescadoras frente al mar de Villajoyosa o el famoso horizonte urbano de Benidorm. Más de 200 recintos amurallados, con atalayas, baluartes, fuertes y torres vigías, permanecen como vestigio de las luchas épicas del pasado ofreciendo una experiencia única en un entorno espectacular. A pocos kilómetros de la costa puedes ascender a las cumbres de sierra de Aitana –a 1.550 metros de altura-, con unas vistas espectaculares y un herbolario natural de plantas aromáticas y medicinales, o bajar por la serpenteante orografía al valle del Guadalest.
Su oferta gastronómica, basada en la afamada dieta mediterránea, se ha convertido en todo un referente culinario al unir la mejor materia prima que ofrece la huerta alicantina y los productos frescos del mar, con el arte de la cocina tradicional y la cocina experimental de vanguardia. Desde su variedad de arroces levantinos, salazones, el turrón de Jijona o sus helados artesanales.
Un manto verde salpicado de hoyos cobija a la Costa Blanca. Una veintena de campos de golf ofrecen todos los servicios para la práctica de este deporte, que atrae a deportistas profesionales y aficionados de todo el mundo, y mantienen una buena calidad del green gracias al fabuloso clima de la zona.
En este destino turístico, la cadena hotelera Meliá Hotels tiene 9 hoteles: tres en Alicante, cinco en Benidorm y uno en Elche.
Meliá Alicante
TRYP Alicante Gran Sol Hotel
TRYP Ciudad de Alicante Hotel
Meliá Benidorm
Meliá Villaitana
The Level at Meliá Villaitana
Sol Costablanca
Sol Pelícanos Ocas
TRYP Ciudad de Elche Hotel
Estos hoteles en la Costa Blanca se encuentran en su mayoría a pocos metros de la playa y cada uno de ellos orientados a un tipo de turismo diferente, siendo hoteles de familia, hoteles de golf, hoteles con spa y/o hoteles de negocio.