Los destinos turísticos de playa siguen estrictas medidas de higiene y seguridad para evitar posibles contagios de coronavirus en la nueva normalidad. La principal máxima en toda la geografía nacional pasa por el distanciamiento social de al menos un metro y medio. Para garantizar dicha medida, en algunas zonas han llegado sistemas de parcelación como “las estacas de madera unidas entre sí mediante cuerda, delimitando cuadrículas para los usuarios de la playa”, tal y como explica Ginés Conesa, comercial de Sticksystem.
El objetivo es que “los vecinos y los visitantes se puedan encontrar a gusto en la playa”, comenta en entrevista concedida a Tourinews. Así, el temor a que no se respeten las medidas y distancias de seguridad no supondrá un impedimento para disfrutar del verano frente al mar.
Pregunta (P): ¿En qué consiste este sistema de parcelación?
Respuesta (R): Se trata de estacas de madera que, por estética playera, imitan al palo de una sombrilla. Acotamos el espacio a través de un cordón. Las estacas se podrán recolocar en función del número de personas: si acude una persona o dos, se dejarán en su tamaño por defecto de 3x3, pero si van familias se irá ampliando, siempre respetando las distancias de seguridad. Se trata de un sistema sencillo y que además permite la limpieza de las playas, y resultan fáciles de poner y quitar por parte del personal de mantenimiento o los servicios de socorrismo de la playa.
P: Entonces, se instalaría de una sola vez. ¿Habría acceso entre parcelas?
R: Sí, se instala una sola vez, en filas, y separadas entre sí por la distancia recomendada por los expertos de 1,5 metros para garantizar el distanciamiento social de probada eficacia para evitar el contagio del coronavirus. En cuanto al acceso entre parcelas, se prevé la habilitación de pasillos de tres metros de ancho por cada dos filas y como única manera de salir o entrar en la parcela ocupada y, además, cuatro accesos perpendiculares de seis metros de ancho.
P: Es una forma también de controlar el aforo.
R: No, pero sí de averiguar qué parcela está libre, algo que va de la mano de una aplicación. El resultado final será una playa en la que, además, habrá reservada una franja de un mínimo de siete metros y un máximo de 30 —en función de las mareas— entre el mar y la primera línea de cuadrículas para el paseo y los juegos para niños.
P: ¿Van numeradas?
R: Van numeradas por sectores y en autoclave en varios colores, según necesidades del cliente, diferenciando la zona de personan mayores, parejas, familias numerosas, grupos de amigos. Tienen la posibilidad de crear un control numérico. También llevan cintas delimitadoras con mensajes de advertencia. El sistema aplica el sentido común, pues es perfecto también para cuidar de las personas más vulnerables de la sociedad.