El 13 de junio se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Piel, una fecha perfecta para recordar cómo se puede prevenir esta grave enfermedad, cada vez más frecuente en la sociedad. Además, tiene lugar a las puertas del verano, la temporada en la que turistas invaden las playas para tostarse al sol y conseguir un bronceado perfecto, mientras que otros recorren ciudades para conocer nuevos lugares a plena luz del día, es decir, bajo los rayos ultravioleta. 

En este sentido, podría parecer que el turismo es enemigo número 1 de nuestra piel, siempre propiciando la exposición al sol. No obstante, existen numerosas formas de protegerse. El Doctor Agustín Viera, dermatólogo y ganador del premio Top Doctors seis veces consecutivas, ha explicado en una entrevista para Tourinews algunos detalles sobre esta enfermedad y cómo prevenirla.

Pregunta (P): Llega el verano y los turistas conquistan destinos y playas para tomar el sol, muchas veces sin protección, ¿qué consecuencias tiene esto a corto plazo? ¿Y a largo plazo?
 

Respuesta (R): Las fundamentales son, a corto plazo, la quemadura solar y, a largo plazo, el cáncer de piel y el envejecimiento precoz. Si comparamos zonas de nuestra piel expuestas y no expuestas al sol (es fácil observarlo en el brazo), notamos que la piel expuesta es más fina, más frágil y está más manchada, con muchas más lesiones costrosas. Todo ello indica que el sol es responsable de la mayoría, el 80%, de los signos de envejecimiento de la piel. El daño provocado en la piel por la radiación ultravioleta solar se va acumulando a lo largo de la vida. Por eso popularmente se dice que “la piel tiene memoria”.

Sin embargo, el problema que más preocupa a los dermatólogos es el cáncer de piel. En España se diagnosticaron más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel el último año y se estima que en 2040 el cáncer de piel se convierta en el segundo tipo de tumor en incidencia global. La incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 40% en los cuatro últimos años. A pesar de que es uno de los tipos de cáncer más prevenibles, el 1,7% de la población europea está afectada por esta patología, y en España 1 de cada 5 personas padecerán de este tipo de cáncer a lo largo de su vida. Se estima que el melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo y con peor pronóstico, de seguir la tendencia actual, se convierta en el primero en incidencia en varones, por delante del cáncer de colon y el de pulmón.

P: ¿Qué probabilidades hay de curarse?
 

R: Lo positivo es que el cáncer de piel, si se diagnostica pronto, se cura de forma completa en más del 95% de los casos. Por ello, cualquier lesión que aparece, que se modifica o crece, que cambie de color, cualquier herida que no cicatrice en la piel, que tenga tendencia a sangrar o cualquier tumoración que surja debe ser valorada médicamente, bien por el médico general o si es posible por el dermatólogo, que es el médico especialista de la piel. La piel tiene una gran ventaja, y es que se ve, y por ello los dermatólogos somos muy resolutivos, porque tenemos sistemas de análisis de la piel que nos permite identificar lesiones malignas en estadios muy precoces, cuando con la extirpación completa podemos solucionar el problema. Sin embargo, por otro lado, en el cáncer de piel, nos encontramos con una desventaja: normalmente estas lesiones son indoloras. El dolor no es un signo de alarma en este caso. Por ello es tan importante la exploración médica y del propio paciente o de su entorno.
 

crema solar gorra

“El uso de ropa protectora, gorras y gafas de sol ejercen una protección mayor que las cremas”.

P: ¿Cómo podrían los hoteles u otras empresas turísticas contribuir a proteger la piel de los turistas?
 

R: Realmente tienen una oportunidad para diferenciarse trabajando en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad de la piel.

Una opción de contribuir a proteger la piel de los turistas, es identificar a “los turistas con piel de riesgo” y darles recomendaciones especiales. Existen distintos factores de riesgo que claramente se han asociado al cáncer de piel como son la piel clara, los ojos claros, el cabello rubio o pelirrojo, tener muchos lunares, antecedentes de quemaduras solares, estar inmunosuprimidos, tomar fármacos fotosensibilizantes o haber tenido algún familiar con cáncer de piel.

Otra opción es recomendar a los turistas en general y los de piel de riesgo en particular cómo deben relacionarse con el sol, que tengan una relación saludable y evitar la quemadura solar. La exposición solar debe realizarse de una forma gradual para facilitar la adaptación de la piel y favorecer los mecanismos naturales de defensa, evitando, sobre todo, la exposición directa en las horas centrales del día. No debe olvidarse que algunas superficies (arena, agua, nieve o hierba) reflejan la radiación como si fuesen un espejo, aumentando así la intensidad de la radiación que recibe nuestra piel y pudiendo alcanzarnos bajo una sombrilla. Además, la aplicación de cremas de protección solar de amplio espectro en las zonas que vamos a exponer y repetir su aplicación es un punto clave en la prevención. El uso de ropa protectora, gorras y gafas de sol ejercen una protección mayor que las cremas de protección.

P: Teniendo en cuenta siempre la importancia de la protección, ¿qué beneficios tiene el sol si se toma de manera adecuada?
 

R: La exposición moderada del cuerpo humano al sol produce, psicológica y fisiológicamente, una sensación de salud, de sosiego natural y bienestar general, además de una acción estimulante. Esta formidable fuente de energía que es el sol desencadena una serie de procesos biológicos y bioquímicos esenciales para la vida del hombre: favorece la formación de vitamina D (que posibilita la absorción del calcio suministrado por los alimentos, con lo que se logra una normal formación de los huesos), refuerza y regula el sistema inmunológico, contribuye a la regulación del estado de ánimo, ayuda a conciliar el sueño, mejora las enfermedades reumáticas, favorece el aumento en la producción de determinadas hormonas… Hay que señalar también el beneficioso poder antiinflamatorio del sol, para algunas enfermedades cutáneas, como la psoriasis, eczemas, acné… Por todo ello, los dermatólogos no estamos en contra de realizar actividades al aire libre. Animamos a que haya un mayor conocimiento de los efectos del sol en cada persona y cómo debemos relacionarnos de forma saludable con él.

piel quemada

“La piel tiene memoria”.

P: ¿Qué mensaje lanzaría a la población y más concretamente a los vacacionistas en el Día de la Prevención del Cáncer de Piel?
 

R: Hay muchos mensajes que podemos lanzar. Positivos, como que el mejor tratamiento para el cáncer de piel es su diagnóstico precoz y que el cáncer de piel se cura en la gran mayoría de casos, si se diagnostica pronto.

Importante es conocer si tenemos una piel de riesgo y, si es as, ser más cuidadosa con ella, evitando quemaduras solares y manteniendo una relación con el sol saludable. Una piel de riesgo es aquella que se quema con facilidad, con muchos lunares, especialmente si estos son irregulares en forma, tamaño o color, si hay antecedentes de familiares de primer grado con melanoma, si hemos tenido antecedentes de cáncer de piel o múltiples quemaduras antes de los 18 años.

Otro mensaje de interés es resaltar la importancia de aprender a autoexplorarse desde una edad temprana. Con tan solo dedicar unos minutos al mes a explorar nuestra piel, se puede prevenir la mayoría de los casos de cáncer de piel. Autoexplorarnos y conocer nuestra piel hará que detectemos cambios y nuevas lesiones con más facilidad. Hay que poner especial atención en las áreas de piel que no vemos durante nuestra vida rutinaria. Lo más cómodo es realizarla ante un espejo y con la ayuda de otro espejo de mano sin olvidar zonas como los pies, las manos o la zona genital, donde también pueden aparecer lesiones. En el cuero cabelludo se puede observar con la ayuda de un secador y el espejo.

Es indispensable acudir, por último, a consulta médica o dermatológica ante cualquier cambio que comporte la aparición de una lesión nueva o una antigua que se modifique, acompañado de una apariencia diferente a otras manchas que tengamos en el cuerpo. Los cambios más relevantes, en este contexto, son los condicionen un cambio de forma o color. Las personas con piel de riesgo deben tener revisión de la piel por un dermatólogo anualmente.