Un equipo de cinco drones y cuatro pilotos forman el equipo de rescate de los Parques Nacionales del Gran Cañon del Colorado, en Estados Unidos.
Los aparatos tienen una autonomía de 20 minutos y retransmiten en directo las imágenes que registran durante el vuelo. Además de esto, los responsables revisan los vídeos cuando los artefactos llegan a tierra.
Antes de la inclusión de los drones se utilizaban helicópteros, pero estos representan más riesgos para los visitantes y para los guardas del parque.
Las situaciones de emergencia son bastante habituales en la zona. En 2016, los vigilantes realizaron 293 misiones de búsqueda y rescate de individuos y tuvieron que cubrir 1.200 emergencias médicas. Murieron 17 personas.