La huelga indefinida convocada por los taxistas de Madrid, que arrancó el pasado 21 de enero, no ha conseguido su objetivo. Y es que, el sector seleccionó estos días del calendario, con la intención de boicotear la Feria Turística Internacional FITUR, que se celebra en el recinto ferial de IFEMA, para reivindicar la regulación de los VTC y forzar las negociaciones con el Ayuntamiento y Comunidad de Madrid.

Lo cierto, es que esta situación ha generado asombro entre los agentes y representantes de la industria turística que se han dado cita en FITUR durante estos días. Estos, mientras atendían a los acontecimientos, se preguntaban:   

1. ¿Cómo un colectivo de empresarios (la gran mayoría de los taxistas son autónomos propietarios de sus licencias y vehículos) puede convocar una huelga? En todo caso, se trata de parar su actividad, pero no de una huelga.
2. ¿Cómo una huelga puede desembocar en una manifestación agresiva y con ánimo de boicotear una de las tres principales ferias turísticas de Europa? 

Y es que, a las puertas de IFEMA, los taxistas se manifestaron con hogueras y bloqueando el acceso del tráfico rodado al recinto ferial. Por ello, las fuerzas de seguridad del estado se vieron obligadas a intervenir, formando un muro con sus vehículos pesados, con el fin de impedir el acceso de los manifestantes al recinto ferial.

Incluso, muchos vehículos VTC, que han estado operativos durante estos días, confesaron a Tourinews los diferentes ataques con huevos y piedras que habían sufrido por parte de los taxistas. En algunos casos, los automóviles dañados fueron desahuciados directamente por sus propietarios en el garaje. Otros, decidieron llevarlos al túnel de lavado.

Pese a las intenciones de los taxistas, FITUR se está desarrollando con total normalidad. Los horarios de algunas citas se han visto ligeramente alterados por estos acontecimientos, pero la gran mayoría de profesionales y empresarios procedentes de todos los rincones del mundo turístico han podido acceder a IFEMA a través del metro.

El metro de Madrid ha realizado una labor propia de las situaciones de crisis, tomando el mando y demostrando que ni los taxistas pueden parar una gran ciudad como es Madrid. En este sentido, se han reforzado los servicios de seguridad en las diferentes estaciones de metro, así como el personal de atención al usuario ha hecho posible que todo transcurriera con normalidad, a pesar del notable incremento de pasajeros.

Consecuencias de la huelga

La decisión de los taxistas de renunciar a tres días de feria (los días profesionales transcurren desde el miércoles 23 hasta el viernes 25) puede suponerles la pérdida de ingresos de unos 1.500 euros por vehículo, según fuentes consultadas por Tourinews.

Asimismo, la manifestación del sector del taxi ha perjudicado a los restaurantes más emblemáticos y populares de Madrid, mientras que los que están ubicados en las proximidades de los hoteles se han visto beneficiados.

La iniciativa de los taxistas, que pretende emular a la de los ‘chalecos amarillos’ en Francia, ha contribuido a dañar la imagen de la capital española frente al sector turístico mundial. Lo cierto, es que el turismo es una de las mayores fuentes de ingresos económicos en España, tan solo en 2017 representó el 14,9% del Producto Interior Bruto (PIB), aportando al país 172.900 millones de euros.

Debate en las redes sociales

Las protestas de los taxistas no han pasado desapercibidas en las redes sociales, donde se ha trasladado el debate de la calle. Mientras algunos usuarios se han mostrado a favor del taxi, otros han dejado de apoyar a este sector por los incidentes que han tenido lugar en los últimos días, como los cortes de carreteras, algunos taxistas abalanzándose sobre coches VTC o con actitudes violentas.  

Incluso, en la red social de Twitter se ha creado el hashtag #TaxiNoGracias, donde diferentes usuarios han denunciado la postura adoptada por estos profesionales. Zángano Cervecero, por ejemplo, indicaba: “Señores taxistas, renovarse o morir, se os acabó el chollo. Vuestro futuro está en dar mejor servicio, como hace vuestra competencia”.

En esta misma línea se manifestaba Antónidas: “El taxi está muerto, se intentan aferrar inútilmente al monopolio que tenían, esa época dorada para el taxi ya pasó. Renovarse o morir”. Otros, como Javier Hernández, defendían: “En realidad estáis molestos por el trastorno que os está causando esta movilizacion. Os importa una mierda la precariedad del trabajo en ambas plataformas (taxi y VTC)”.

Independientemente de los resultados y consecuencias de esta crisis del transporte, es un hecho que los cientos de miles de visitantes de FITUR 2019, sobre todo aquellos que se han trasladado tradicionalmente en taxi hasta IFEMA, han podido comprobar que existen fórmulas alternativas para llegar a FITUR, incluso más económicas y rápidas que el taxi. Eso sí, sorteando las barricadas taxistas por el subsuelo, por los túneles del metro.

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