Un viaje requiere cierta anticipación y planificación. Todo turista o viajero corporativo tiende a llegar con el tiempo suficiente al aeropuerto o la estación de trenes para no enfrentarse a un gran imprevisto a la primera etapa de su travesía. Sin embargo, un día al año, el propio sistema juega muy malas pasadas a aquellos despistados que no se acuerdan del cambio al horario de verano.
Y es que a las 2 de la madrugada de hoy, 24 de marzo los relojes se adelantarán una hora, robando sueño y provocando más de un desastre en la siguiente mañana.
El baile de horas en el sector del viaje
Estos cambios siempre crean inquietud en aquellos que tienen que viajar puesto que es inevitable dudar sobre cuál es la hora correcta en la que el parte el vuelo o el tren correspondiente.
A diferencia de lo que ocurre con el cambio al horario de invierno, en la que el mayor problema puede ser llegar con anticipación, en este caso no modificar los relojes supone perder el vuelo sin ninguna posibilidad de compensación, ya que las aerolíneas sostienen que es “su responsabilidad” [del viajero].
Sin embargo, desde Aena aseguran que se trata de un proceso que transcurre con total normalidad. Algo similar revelan fuentes de Air Europa consultadas por Tourinews que sostienen que ningún vuelo nacional o europeo sufre ningún tipo de inconveniente.
En lo que se refiere a las conexiones transoceánicas, desde la aerolínea española indican que “ningún pasajero se ve afectado”. Cuando compran el billete, ya se les notifica los horarios de partida y llegada de forma similar a lo que ocurre con los vuelos entre países con diferentes husos horarios. “No hacemos acciones de avisos adicionales”, aseveran.
El check in en los hoteles
Carlos Berrozpe, director general de Adh Hoteles, nos explica que “la gente lo tiene más que asumido”, por lo que las horas de check out (antes de las 12:00) y del check in (después de las 14:00) son las mismas aunque se haya adelantado o atrasado la hora durante la madrugada. Es decir, se aplica el nuevo horario.
No obstante, sí que notifican el cambio mediante diferentes métodos: “Lo recordamos durante las actividades de animación que tienen lugar durante la noche”. También dejan notas sobre la cama, junto a las toallas, en las que explican el proceso de cambio de hora para que aquellos viajeros que se están relajando no se enfrenten a ningún imprevisto. En el caso del cambio al horario de verano, explica que insisten con mayor vehemencia ya que es mucho más dañino que en invierno.
Berrozpe comenta que el principal objetivo es que los huéspedes lleguen sin problemas a sus vuelos o excursiones y que, así, “su programación del día no se vea alterada”.