El Museo del Prado (Madrid) ha lanzado su primera campaña de micromecenazgo, con motivo de su bicentenario, para adquirir un retrato inédito del pintor francés Simon Vouet (1590-1649). Los ciudadanos están llamados a participar en la campaña con aportaciones de 5 o más euros. El coste de la obra asciende a 200.000 euros.
El cuadro en cuestión es Retrato de niña con paloma, que ya se expone en la pinacoteca, concretamente en un espacio adyacente a la Sala de las Musas. Se trata de una obra de gran calidad con la que el museo pretende aumentar el atractivo de las salas francesas y enriquecer el catálogo de Vouet.
De hecho, el Prado ya cuenta con dos lienzos del artista francés, que son: La Sagrada Familia con Santa Isabel, San Juan Bautista y Santa Catalina y El Tiempo vencido por la Esperanza y la Belleza, donde la mujer que encarna a la belleza guarda cierta similitud con la niña de la paloma, en una edad ya adulta.
Las aportaciones económicas podrán realizarse tanto presencialmente como por Internet. En el primer caso, se dispondrá una hucha junto a la obra y podrán realizarse las donaciones de forma anónima o nominativa, tal como prefiera el donante. Si decide aportar sus datos, deberá rellenar un impreso de autorización e introducirlo en un sobre, que será facilitado por el museo, junto al importe económico.
Los datos facilitados por los donantes serán tratados de acuerdo al Reglamento General de Protección de Datos e incorporados a un archivo interno, ya que los nombres se publicarán en la web del Museo Nacional del Prado como agradecimiento a los colaboradores. La aportación vía internet se realizará a través de este enlace y solo permite el pago con tarjeta (VISA, MasterCard y American Express). Para las donaciones superiores a los 3.000 euros se pone a disposición el contacto de Patrocinio: [email protected].
Retrato de niña con paloma
Esta obra esconde gran interés debido a su "sobresaliente calidad", según detalla el Prado en su página web. También por la actitud de la niña, que se muestra sonriente y desenfadada, al contrario de la seriedad de los retratos de la época. El cuadro corresponde a la etapa italiana de Vouet, comprendida entre 1615 y 1627, antes de que regrasara definitivamente a París.