Destinos
El turismo chino pone su bandera en los Polos
El primer vuelo comercial desde China al Polo Sur puede ser el pistoletazo de salida para una nueva carrera turística
El ser humano siempre ha sentido una atracción hipnótica por explorar los lugares más recónditos del mundo. Desde la cima del Everest hasta la fosa abisal más profunda de las Marianas ejercen un fuerte magnetismo para las ansias humanas de descubrir el mundo en el que habita.
Entre estos puntos que generan un interés particular se encuentran los Polos. El Círculo Polar Ártico es más accesible ya que Incluye partes de Rusia, Estados Unidos (Alaska), Canadá, Groenlandia, Islandia, Suecia, Noruega y Finlandia. Los hoteles que permiten contemplar las auroras boreales y los cruceros de expedición se han convertido en una opción ofrecida por la industria turística para aquellos que quieren pasar unas vacaciones diferentes a las habituales de ‘sol y playa’. Por el contrario, el Círculo Polar Antártico, se mantiene relativamente virgen.
Su carácter virgen le confiere una patina de aventura que le convierte en un ‘must-visit’ para los viajeros más aventureros. Obviando las continuas expediciones científicas que tienen su base en la Antártida, el trasiego de turistas con rumbo al ‘Sexto Continente’ es pequeño, pero puede que sólo por el momento. La llegada el pasado sábado del primer vuelo comercial procedente de China operado por Deer Jet con 22 pasajeros a bordo , puede marcar un punto de inflexión en una región donde la forma más habitual de viajar hasta ahora es en barco desde el puerto argentino de Ushuaia o desde Nueva Zelanda.
Según datos de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO), 38.478 turistas viajaron a la región en 2016 a través de sus miembros afiliados. Los principales mercados emisores de turistas fueron Estados Unidos, Australia y China, un orden que desde el país asiático quieren revertir y que puede suponer un aumento considerable en las llegadas a la última tierra indómita del globo.
Lo que está claro es que cada vez más empresas de viajes, entre las que se encuentran grandes compañías de cruceros y touroperadores especializados, están poniendo su foco en los Polos del planeta. Para entender la importancia que está cobrando el flujo turístico hacia estos destinos basta con ver el número de miembros con los que cuentan la Asociación Internacional de Operadores Turísticos del Ártico, AECO (66 miembros teniendo en cuenta a los de pleno derecho, provisionales afiliados y asociados) y la IAATO (con 50 miembros y una flota de 63 embarcaciones).
El Paso del Noroeste
Este previsible incremento en las cifras de turistas que quieren ponerse en la piel de un explorador también se puede ver favorecido por el incremento de temperaturas que se está registrando en el Polo Sur, donde se ha llegado a alcanzar los 17,5 ºC.
No se trataría de la primera vez que el calentamiento global abre nuevas rutas al sector turístico, ya ocurrió en el conocido como Paso del Noroeste
No se trataría de la primera vez que el calentamiento global abre nuevas rutas al sector turístico, ya ocurrió en el conocido como Paso del Noroeste. Donde la expedición capitaneada por John Franklin fracasó estrepitosamente, las compañías de cruceros encuentran un paso –lo suficientemente libre de hielo en algunas épocas del año- que permite a los turistas armados con sus cámaras bordear Norteamérica.
Maniobras en la nieve
Pese a que los cruceros parecen tenerlo cada vez más fácil, no ocurre lo mismo con los aviones, puesto que las condiciones climáticas que se dan en estos destinos requieren mucha pericia en el pilotaje.
La ausencia de pistas al uso, la poca visibilidad y la nieve convierten cada maniobra de toma de tierra en todo un desafío. Así, el Aeródromo Campo Williams, en la Antártida, es considerado uno de los más peligrosos del mundo. Para poder llevar a los investigadores a la Estación de Mcmurdo, los pilotos deben aterrizar los aviones asegurándose de que el hielo bajo el aparato no se desquebraja.
Un ejemplo más de la gran habilidad que exigen los viajes a los Polos a los pilotos, se puede observar en este vídeo de un aterrizaje en Groenlandia en el que se demuestra que hacer una buena maniobra es cuestión de segundos.
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