La turismofobia es la palabra de moda del verano. Las protestas en contra de la masificación de turistas en algunas zonas de España han puesto en alerta al sector de los viajes que teme consecuencias negativas para la industria.
Aunque no se pueden obviar los múltiples beneficios que genera el turismo en los países receptores, tampoco se pueden omitir los negativos. Joyas arquitectónicas y paisajísticas reciben oleada de turistas cada día que contribuyen al deterioro de las infraestructuras.
Y las redes sociales han contribuido a la masificación de las distintas zonas. El ansia por conseguir el selfie perfecto en lugares de ensueño han provocado que dejen de ser paraísos para convertirse en la pesadilla de todo aquel que busca la tranquilidad.
Este es el caso de la localidad suiza de Lavertezzo, casi desconocida para los turistas hasta que un joven cineasta publicara en su Facebook un vídeo titulado: ‘Las Maldivas de Milán” que protagonizan las aguas cristalinas de un lago de la zona. El clip se ha viralizado y ya cuenta con más de dos millones y medio de reproducciones. El alcalde de la ciudad ha declarado que aunque el vídeo ha hecho un buen trabajo de promoción turística, los visitantes parecen haber olvidado el civismo en sus lugares de origen pues llenan la zona de basura, colillas y restos de comida. Además, empieza a masificarse.
Diversos enclaves alrededor del mundo sufren el mismo problema. Y es que muchas veces los lugares son más bonitos desde redes como Instagram que en la realidad, cuando tienes que compartir espacio con cientos de persona que buscan hacerse un hueco.
- En China, la Gran Muralla China
Lejos de la tranquilidad que puede inspirar un paseo por la muralla, la realidad es que en algunas zonas miles de turistas se amontonan cada día para sacarse las correspondientes fotos y admirar el paisaje. Eso sí, en ellas no suele aparecer la aglomeración de visitantes que la colapsan.
- En Estados Unidos, Central Park
Central Park es uno de los escenarios neoyorquinos más utilizados para rodar escenas de películas y series estadounidenses.Tanto, que el parque es uno de los lugares que visitar por excelencia para los viajeros que acuden cada año. Esto hace que lejos de ser un lugar tranquilo, apto para descansar o para un paseo romántico, tal y como nos quieren mostrar, en muchas ocasiones las multitudes sean las protagonistas.
- En Francia, la Torre Eiffel
Una merienda frente a la Torre Eiffel podría ser el plan perfecto de dos enamorados, si no fuera porque cientos de turistas opinan lo mismo cada día. En la ciudad del amor los monumentos turísticos preferidos por las parejas se disfrutan en multitud y para hacerse la foto pertinente hay que esperar que otros desalojen el lugar elegido.
- En Grecia, Santorini
La isla griega se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de Europa. Aunque los cruceros y los barcos grandes no pueden atracar en sus puertos, fondean en sus cercanías y habilitan un servicio de transporte con lanchas y barcas para trasladar a los viajeros. La región recibe más de cinco millones de visitantes anuales que exploran sus 76,19 km2 y contribuyen al colapso.
- En Italia, la Torre Pisa
Famosas son las instantáneas simulando sostener la enorme torre. Lo que no muestran las fotos subidas a las redes sociales es la cantidad de personas que se encuentran en el lugar intentando hacer lo mismo al mismo tiempo.
- Machu Picchu en Perú
La UNESCO ha advertido en varias ocasiones sobre el peligro que sufre la ciudad inca por el turismo en masa. De hecho, las autoridades ya han impuesto restricciones de acceso con el fin de frenar el deterioro. Además, el año pasado prohibieron los palos selfies para evitar que se molestara al resto de usuarios.
Todo es más bonito en Instagram
El turismo en masa genera consecuencias negativas incluso para el propio turista, que no encuentra en el destino lo que imaginaba ver. Un paseo por esos lugares que los catálogos vacacionales muestran como un paraiso puede convertirse en una carrera de obstáculos en los que hay que sortear a otros visitantes que pretenden tomar la mejor foto del monumento que se visita. El ansia por descubrir lugares lejanos ya no es la prioridad. Ahora lo importante es demostrar en las redes que tú también has estado en esos sitios donde ha estado todo el mundo y si es con un filtro que te favorezca, mejor.