Del 11 al 25 de noviembre la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria atrae todos los focos del mundo náutico ya que ejerce de punto de partida de la regata transoceánica Atlantic Rally for Cruisers (ARC). La capital grancanaria lleva siendo el puerto base durante 33 años de una competición que en esta edición reúne a 1.600 navegantes de 31 países diferentes.
Para conocer el impacto que tiene esta regata en Gran Canaria y más concretamente en el sector turístico de esta isla, Tourinews ha conversado con Juan José Cardona, actual presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura). La visión de Cardona es muy particular puesto que ha abordado la competición también desde la alcaldía de la ciudad (2011-2015) y como Vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Consejero de Turismo y Presidente del Patronato de Turismo (2003-2007).
Pregunta (P): La ARC está encarando su 33ª edición siempre siendo Las Palmas de Gran Canaria el puerto de partida, ¿qué supone para la ciudad?
Respuesta (R): Si tuviésemos que resumir qué supone la regata la podríamos definir como algo nuestro, un patrimonio intangible de la ciudad y de la isla de Gran Canaria que se ha consolidado tras 33 ediciones continuadas. A lo largo de estos años, miles de personas han encontrado en nuestra ciudad el lugar de partida de una gran aventura.
P: Es muy interesante usar la expresión “nuestro”. En ocasiones estos eventos internacionales no son sentidos por la gente como suyos, sino como para el que viene de fuera…
R: Eso ocurrió en las primeras ediciones, pero han pasado ya 33 años y dos generaciones de canarios han crecido con esta regata. Ese sentido de la pertenencia es muy importante para que los organizadores sigan apostando por nosotros y, realmente, ellos también se sienten que realizan la regata desde su propia casa.
P: Hablando de los organizadores, World Cruising Club, han lanzado nuevos productos bajo la marca ARC pero siguen apostando por Las Palmas de Gran Canaria con su marca de cabecera, ¿por qué?
R: Es un evento de éxito internacional que cada año mejora y avanza y, por lo tanto, es un clarísimo caso de éxito para la compañía y por eso siguen repitiendo. Esta carrera atrae a más de 250 barcos, en algunos casos 300, y es una cantidad que se repite todos los años.
P: Ante la competencia de estos nuevos productos, ¿cómo se consigue sostenerse tanto en el tiempo?
R: Yo creo que en pocos lugares encuentras tantos alicientes como los que reúne esta regata. Empezando por una organización que conoce al dedillo cuáles son las necesidades de los clientes/participantes; pasando por una ciudad que está en la ruta hacia América (es la misma singladura que en su momento siguiera Cristóbal Colón siendo una aventura deseada para los aficionados a la náutica) pero que es una ciudad europea con seguridad jurídica y ciudadana, y con cultura europea; tiene un puerto que te permite organizarte y reunir pertrechos; a todo ello hay que sumarle buena conectividad aérea para que las personas que vienen antes de la regata puedan ir y volver con suma facilidad y a un coste razonable; y no hay que olvidar la hospitalidad de la ciudad y de la isla. Todo eso se combina y aparece un producto muy competitivo y muy querido por los aficionados a la náutica del mundo.
P: ¿Qué beneficios genera?
R: Esta es una regata que es locomotora de mucha actividad económica. Las miles de personas que vienen durante los meses previos a la salida y las propias tripulaciones, que lógicamente están varias semanas e incluso meses preparando el barco, generan una gran cantidad de actividad económica alrededor. Además, hay unos beneficios económicos difíciles de cuantificar que tienen mucho que ver con la proyección internacional donde efectivamente el Puerto de Las Palmas y la ciudad aparecen como un referente señero de la náutica internacional; esto desde el punto de vista promocional para un destino turístico es algo difícil de cuantificar. Por todo ello, son aplastantes los beneficios económicos que la ARC tiene para la ciudad y para su isla.
P: ¿Quién se beneficia más de que se celebre?
R: El éxito de esta regata es que los beneficios son evidentes para todos. El otro día se cuantificaba en más de tres millones de euros los beneficios económicos directos para la ciudad en términos de consumo a los que tendríamos que sumar lo que supone de proyección internacional en la imagen publicitaria de la ciudad y de la isla. Desconozco cuáles pueden ser los beneficios del organizador, es razonable que los tenga porque el esfuerzo y los servicios que presta a los participantes son muy importantes. En ese sentido la Autoridad Portuaria es la que menos beneficios tiene, pero no es un tema que nos preocupe porque el puerto es un instrumento y no un fin en sí mismo; es una plataforma para generar actividad económica para que el beneficio se reparta entre el tejido económico y social de la ciudad y de la isla.
P: Hablando del tejido económico, pienso en el sector hotelero por ejemplo, ¿existe implicación de este colectivo?
R: Sin duda, a lo largo de los años se ha ido tejiendo una relación entre el tejido económico de aquí y los profesionales que vienen con el equipo organizador. Muchos de los que llegan repiten, conocen hoteles, conocen restaurantes, a los taxistas, los supermercados o al carnicero que te corta la carne o el fiambre para envasarlo al vacío para poder guardarlo durante la travesía.
P: Teniendo en cuenta que el punto de partida es el Puerto de la Luz y de Las Palmas, ¿todo se concentra en él o estos navegantes también recalan en otras de las islas como Lanzarote o Fuerteventura?
R: A lo largo de los meses previos a la celebración de la regata hay un tráfico y se producen pequeñas expediciones a otras islas y hay un movimiento porque los participantes necesitan poner a punto el barco, probar el material y durante las semanas previas e incluso a la vuelta pasan por otros puertos. Yo creo que no sólo el puerto de Las Palmas se beneficia sino que todos los puertos canarios.
P: Usted ha vivido la ARC como Consejero de Turismo, Alcalde y presidente de la Autoridad Portuaria, ¿qué diferencias hay entre organizar la carrera desde estos roles distintos?
R: A lo largo de estos años he tenido la suerte y el privilegio de acercarme a la organización de la regata desde distintas perspectivas: desde la Consejería de Turismo, desde la Alcaldía y desde la Autoridad Portuaria y son tres perspectivas diferentes pero complementarias. En el primero de los casos hablábamos de cómo conseguir consolidar la ARC como una gran plataforma de promoción de Gran Canaria al exterior. Desde el segundo aspecto, la alcaldía, te concentras en cómo conseguir que la ARC se filtre hacia todo el tejido económico y social de la ciudad. En la Autoridad Portuaria, lo ves desde la perspectiva de ofrecerle los servicios y las infraestructuras necesarias para que todos los participantes estén a gusto en nuestro puerto y que cuando salgan se hayan cubierto perfectamente sus necesidades.
P: ¿En cuál de los roles se siente un mayor peso de la responsabilidad?
R: Yo creo que de las tres posiciones la que recuerdo con más intensidad fue la etapa del Patronato de Turismo porque la regata estaba en la fase de consolidación. En ese momento era necesario crear un convenio estable de colaboración entre el Patronato y la organización para que la ARC no corriera peligro. Si en un momento dado dejaba de celebrarse, todo el trabajo acumulado a lo largo de muchos años se viene abajo. En mi etapa como alcalde y ahora en la Autoridad Portuaria me he encontrado con un evento mucho más consolidado, mucho más madura y sinceramente no he sentido ningún tipo de presión y ha sido todo muy satisfactorio. Hay un gran equipo que viene trabajando complementándose y en consecuencia hoy la organización de la regata se desarrolla entre algodones.
P: Haciendo un repaso a los competidores de la regata, la gran mayoría procede de mercados emisores de turistas a Gran Canaria, ¿existe el miedo a que se lleven una mala imagen del destino?
R: Tiene un gran número, por ejemplo, de británicos por lo que se convierte en un evento prescriptor en Reino Unido y en un segmento, además, de alto poder adquisitivo. Es muy importante destacar la labor que se realiza para que los clientes salgan de nuestro destino con un nivel de satisfacción alto, porque ellos se convierten en embajadores de Las Palmas de Gran Canaria y de nuestra oferta turística.