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El agua puede costar oro en los aeropuertos españoles

Tener sed en los aeropuertos españoles puede salir muy caro y es que los precios de un producto tan básico como el agua pueden dar un susto a más de uno

Tener sed en los aeropuertos españoles puede salir muy caro, y es que los precios de un producto tan básico como el agua pueden dar un susto a más de uno. La escalada de precios del líquido elemento hace que se puedan encontrar botellas por encima de los cuatro euros.

La variación es muy alta dependiendo de si se adquiere en locales de restauración, tiendas de conveniencia y máquinas expendedoras. En un rápido sondeo realizado por este medio se ha podido encontrar botellas de agua a 1,80 euros, a 2,50 €, a 3 € (en una oferta 2 x 6 €), a 3,85 € e incluso a 4,10 €.

Si el lector se pregunta cómo se pueden mantener dichos precios, la fórmula del éxito se debe a numerosos factores: mucho tránsito de clientes, poca competencia, largas esperas, la eliminación de la bebida de cortesía a bordo y la guinda del pastel es la prohibición de introducir líquidos de más 100 mililitros a través del control de seguridad.

Por parte de las tiendas cabe destacar que hacen frente a altos costes por alquiler lo que les obliga a elevar los precios. La consecuencia, como casi siempre, es que el consumidor termina pagando la fiesta.

Aena intentó limitar el precio, el Supremo le frenó


Lo cierto es que, tras numerosas quejas de los usuarios, la empresa encargada de la gestión de los aeropuertos, Aena, intentó poner un límite al precio del agua. En 2018, impuso a las tiendas un precio máximo de un euro para las botellas de 33 cl., mientras que las máquinas expendedoras ofrecerían botellas de 0,5 cl. al mismo precio.

Sin embargo, la medida fue tumbada en marzo de 2021 por una sentencia del Tribunal Supremo que ha dado paso a una nueva escalada de precios.

Ante esta situación, la solución aportada por Aena ha sido incrementar el número de fuentes de agua potable en la que los pasajeros pueden rellenar sus propias botellas, sin embargo, muchos pasajeros las consideran difíciles de localizar o que hay pocas disponibles. Se estima que una vez pasado el control de seguridad, hay 80 en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y otras 70 en el resto de 45 aeropuertos de la red Aena.

La futura eliminación a las restricciones en el acceso de líquidos a los aeropuertos podría cambiar las reglas del juego y poner el poder otra vez en manos de los usuarios.

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