La Comisión de Economía y Hacienda ha aprobado inicialmente los presupuestos y las ordenanzas fiscales de Barcelona para 2023, con el apoyo del equipo de gobierno formado por PSC y Barcelona—Em Comú, y las abstenciones de ERC y Junts. Así, se abre un periodo en el que el Ayuntamiento se compromete a negociar con el resto de los grupos políticos"para llegar a un acuerdo", que refrende la versión final del presupuesto antes de que acabe el año. En el documento, destaca la regulación de la restauración, manteniéndose la bonificación de la tasa de terrazas, que seguirá siendo del 75%.
La congelación de la mencionada ayuda fue uno de los puntos que más quebraderos de cabeza dio al Ejecutivo barcelonés. Los ‘comunes’ defienden que la bonificación a la tasa de terrazas debería al menos reducirse, debido a la recuperación del sector de la restauración tras la vuelta de los turistas a la ciudad condal. Sin embargo, el PSC ha conseguido imponer en este punto su criterio, para no afectar el desarrollo de la hostelería y la restauración.
Subida de impuestos a las terrazas en 2020
Poco tiempo antes de que la pandemia afectara gravemente al turismo español y mundial, el Ayuntamiento de Barcelona incrementó el importe del tributo que deben abonar los empresarios de la restuaración por ocupar el espacio público con terrazas. Esta variación diferenciaba entre las zonas donde se colocasen, penalizando especialmente a los negocios más céntricos. Así, los bares y restaurantes localizados en paseo de Gracia, La Rambla, Plaza Real o en las inmediaciones de la Sagrada Familia (incluidos en la denominada categoría 0) pasaron de pagar 124 euros al mes por una terraza de nueve metros cuadrados, a 527 euros, es decir, un incremento del 325%.
Tras la vuelta a la actividad de bares y restaurantes, y debido a la crisis económica y las diferentes restricciones al sector del ocio, se promovió una bonificación del 75% de la mencionada tasa para permitir que las empresas pudieran sostener su actividad económica.
Los hosteleros de Barcelona reclaman más terrazas
Por su parte, el Gremi de Restauració de Barcelona ha denunciado que el Ayuntamiento está denegando el 70% de las solicitudes relacionadas con el uso de las terrazas, tanto la ampliación de las mismas como la instauración de otras nuevas. Además, la propia institución ha reclamado la anulación de una de las últimas decisiones políticas, que ha reducido la hora de cierre de la restauración en varias zonas (antes los negocios debían cerrar como máximo a las 03:00, y ahora a las 02:00), tras las continuas quejas de los vecinos.