Destinos
El lujo domina la inversión hotelera en España por primera vez en la historia
Los establecimientos de 5 estrellas o superiores han concentrado el 52% de las compraventas de activos en el primer semestre del año
Que el sector hotelero se encamina hacia el segmento de lujo se hace cada vez más patente en la industria turística. Tras décadas de crecimiento indiscriminado con el objetivo de facturar más atrayendo a cantidades ingentes de turistas, el modelo actual, con la sostenibilidad y el decrecimiento como conceptos ineludibles, es el de obtener mayores ingresos con menor cantidad de clientes, por lo que el camino hacia el turismo prémium es inevitable.
Por ello, no es extraño que en España se haya dado una situación inédita, en el primer semestre de 2023: el segmento de lujo ha concentrado la inversión hotelera por primera vez en la serie histórica del país.
Según el informe Inversión Hotelera en España elaborado por la consultora inmobiliaria Colliers, el interés de los inversores en los seis primeros meses del año se dirigió hacia establecimientos de categoría 5 estrellas o superior —Gran Lujo—. Durante este periodo se han transaccionado un total de 8.316 habitaciones en 62 operaciones, por un volumen de 1.383 millones de euros, de los cuales, el 52% ha ido destinado a activos prémium.
Continuando con la tendencia observada desde el inicio de la pandemia, Colliers apunta que los inversores han realizado una “fuerte” apuesta por activos de calidad y se han focalizado en este segmento. Destinos principales como Barcelona, Ibiza, Sitges o la ciudad de Madrid se posicionan como favoritos en este tipo de operaciones.
Los hoteles 5 estrellas Gran Lujo han representado el 21% de la inversión total y los de 5 estrellas el 31%, esto es, un total de 717 millones de euros, que suponen más de la mitad del volumen invertido en el sector hotelero durante el primer semestre. “Un comportamiento completamente novedoso en el mercado fruto del excelente posicionamiento de nuestro país como destino turístico mundial, su rápida recuperación tras la mayor crisis turística de la historia y el alto atractivo del destino España, especialmente para inversores hoteleros de perfil internacional”, detalla el informe de la consultora.
Operaciones destacadas
Destacan por volumen las operaciones del Hotel Sofia y del Hotel Mandarin, ambas en Barcelona. Adicionalmente, se han producido otras ocho transacciones en el segmento de lujo, entre las que cabe mencionar la compra por parte del grupo italiano Statuto del W Ibiza a Scala Capital; la adquisición del Dolce Sitges por 63 millones de euros por parte de Perial, que será operado por Hotusa; o la desinversión por parte de la familia Oriol del Autograph Collection Palacio del Retiro, adquirido por el family office de Jon Riberas (Gestamp) por unos 60 millones de euros.
Barcelona, por delante de Madrid
A nivel urbano, Barcelona retoma el liderazgo con cinco operaciones por valor de 459 millones de euros, batiendo ampliamente a Madrid, que después de un histórico 2022, influenciado por el cierre de numerosas operaciones de gran volumen, cede una parte de su protagonismo. En este primer semestre, Madrid ha registrado seis transacciones por valor de 123 millones de euros.
En el segmento vacacional, los principales destinos de sol y playa —Baleares, Canarias y Costa del Sol— concentran el 49% de la inversión, con un volumen total de 684 millones de euros. Baleares se posiciona como el líder del semestre con 15 operaciones, más de 2.000 habitaciones y 400 millones. Canarias ha registrado siete transacciones por valor de 174 millones, mientras que la Costa del Sol, tras protagonizar un frenético 2022, ha visto reducido el número de compraventas realizadas, con un total de cuatro valoradas en 110 millones
Inversores internacionales
Los inversores internacionales, con un 63% del desembolso total en el primer semestre, se mantienen como claros protagonistas, continuando con la tendencia de los últimos años. Cabe destacar cómo una parte relevante de la inversión la han canalizado aseguradoras y fondos soberanos, inversores con una visión “más patrimonialista”, menor exposición al mercado de deuda y exigencias al retorno del capital más moderadas, señala Colliers.
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