Las Palmas de Gran Canaria goza de una de las mejores playas urbanas de España, Las Canteras, valorada por su amplia extensión y un mantenimiento que la convierte en uno de los mayores atractivos turísticos de Canarias. Sin embargo, otra de las playas integradas en la ciudad, Las Alcaravaneras, se ha convertido en un refugio tanto de personas sin recursos como de nómadas digitales que viven en tiendas de campaña afincadas en plena arena. 

Y es que a pesar de que muchas de las familias e individuos que viven en Las Alcaravaneras son personas sin hogar, destaca la importante presencia de turistas extranjeros, especialmente de nómadas digitales. Radio Televisión Canaria entrevistó a varios de ellos el pasado noviembre, encontrando desde una viajera alemana que no podía permitirse un alojamiento a una persona que teletrabaja para una empresa polaca, desde su tienda de campaña.

Este hecho no es reciente, ya que tanto vecinos como grupos políticos han ido denunciando las acampadas permanentes desde la llegada de la pandemia hace dos años, reclamaciones que estarían siendo ignoradas por el Ayuntamiento de la capital insular. Actualmente, se pueden encontrar cerca de 20 casetas en la playa. 

Según afirman los propios residentes, la Policía Local acude de forma regular al espacio, para avisar de la ilegalidad de la situación a los campistas o vigilar si se genera algún tipo de conflicto en la convivencia, pero en contadas ocasiones desalojan a los grupos allí presentes, que realizan todas sus acciones domésticas en la costa, desde la higiene personal a las necesidades fisiológicas. 

El Artículo 33 de la Ley 22/1988 de Costas afirma que “Quedan prohibidos el estacionamiento y la circulación no autorizada de vehículos, así como los campamentos y acampadas”. La sanción mínima prevista por acampada es de 40 euros por metro cuadrado ocupado y día, pudiendo ser mayor en caso de causar daños del dominio público en cuestión.
 

La oposición inicia una cruzada contra los “campistas centroeuropeos”
 

La oposición local ha señalado directamente a los turistas y ha cargado contra la actuación el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria: “Llevamos meses soportando acampadas ilegales de centroeuropeos en el litoral. Hay que hacer cumplir las normas y sancionar a los incívicos”, afirmó recientemente Enrique Hernández Bento, candidato de Unidos por Gran Canaria a la alcaldía de la capital costera. 

Impacto de los nómadas digitales en Canarias
 

Desde hace años, y especialmente tras la irrupción de la pandemia, Las Palmas de Gran Canaria ha apostado por atraer a los nómadas digitales, incluyendo esta apuesta en el Tercer Plan de Marketing Turístico como un elemento clave para diversificar la oferta y generar valor añadido.

En el primer semestre del año, según el portal Nomad List, Canarias recibió a 35.400 ‘trabajadores en remoto’ que, tal y como afirma Turismo de Islas Canarias, realizaron un gasto medio de 3.171 euros por persona y viaje, casi tres veces por encima del desembolso que hace el turista vacacional, que es de 1.206 euros.

Sin embargo, existen muchas voces que defienden que este tipo de turistas no se alojan normalmente en establecimientos turísticos, al residir al menos varios meses. Así, tensar aún más el mercado inmobiliario local, provocando perjuicios a la población residente. 

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