Destinos
La náutica deportiva tendrá que convivir con la industria cementera en Santa Águeda (Gran Canaria)
Los empresarios turísticos muestran su indignación y aseveran que el desarrollo de ambas actividades es incompatible
La industria cementera y la náutica deportiva tendrán que convivir durante años en el Puerto de Santa Águeda, ubicado en el municipio turístico de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria).
Ante la disputa que se mantiene con respecto al uso de estas instalaciones, la última propuesta del Gobierno de Canarias es que, durante los próximos seis años se puedan llevar a cabo en el puerto de titularidad pública tanto la actividad industrial propia de la cementera —que lleva en él desde 1957— como la actividad recreativo-deportiva, uso recogido para esta zona en el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria (PIO) de 2003.
Una solución temporal
El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, anunció el pasado viernes 5 de agosto que la Comisión de Trabajo creada para dar con una solución al conflicto ha recomendado “que el puerto se destine a un uso industrial y deportivo, por tanto, que sea un uso compartido”.
Defiende que se trata de una solución “de carácter temporal” para propiciar el traslado tanto de la concesión portuaria industrial como de la propia fábrica de cemento al Puerto de Arinaga (Agüimes).
“El uso industrial expulsa al turístico”
Empresarios turísticos consultados por Tourinews se muestran “sorprendidos” por la propuesta y esgrimen que no está conforme con la legalidad vigente, determinada por el PIO. Este determinaba que, una vez concluida la concesión de la cementera (expertos jurídicos apuntaron que esta concluyó en marzo de 2020), el uso del puerto debía pasar a ser exclusivamente deportivo-recreativo.
Se muestran contrariados de que el Gobierno de Canarias plantee una alternativa que no sea congruente con la normativa “por mucho que se vista de solución temporal” y exigen que se cambie ya el uso del puerto.
Recalcan, además, que la solución propuesta no es factible. “El uso industrial expulsa al turístico y es por ello que el plan de ordenación no contempla esa convivencia. El uso mixto es una trampa”, aseveran las mismas fuentes.
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