Los hoteles de Las Vegas están cambiando sus políticas en relación a los carteles de ‘No molestar’. Hasta ahora, de forma habitual, todos los establecimientos daban un margen de tres días antes de acceder a las estancias marcadas por el cartel ‘Do not disturb’, sin embargo, las hoteleras se han propuesto investigar a aquellos huéspedes que piden privacidad por períodos prolongados.

Para encontrar el motivo de este cambio de corriente hay que remontarse al pasado 1 de octubre, cuando un tirador encaramado a la ventana de su habitación del ‘Mandalay Bay’ abrió fuego asesinando a 58 personas e hiriendo a centenares. Muchas especulaciones han indicado que el terrorista, Stephen Paddock, pudo preparar más fácilmente su ataque gracias a que ningún miembro del hotel accedió a su habitación.

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Una de las primeras voces del sector en alzarse fue la de Steve Wynn, CEO de Wynn Resorts, que ante las cámaras de Fox News aseveró que la señal de ‘No molestar’ es un problema, por lo que su personal ha sido instruido para revisar las habitaciones marcadas con este mensaje durante más de 12 horas.

Por su parte, Boyd Gaming, compañía matriz del ‘The Orleans Casino’ ha anunciado que en sus 10 hoteles de ‘la ciudad que nunca duerme’ y el resto de propiedades de todo el país, los empleados comprobarán las habitaciones que mantienen el cartel dos días seguidos.

Lo que queda claro es que no existe un estándar para la industria que determine cuál es el tiempo máximo en que los trabajadores de un hotel deben preservar la intimidad de sus huéspedes. Y tampoco existe un protocolo que indique actuar en caso de que se supere el límite marcado por la compañía. Según Kevin Murphy, profesor asociado del Rosen College of Hospitality Management de la Universidad de Florida Central, consultado por Las Vegas Review-Journal, tampoco está claro que las medidas tomadas sean efectivas para evitar una masacre: “Los huéspedes con la señal ‘Do not disturb’ pueden decir a los empleados que todo va bien a través de la puerta, lo que hace que el personal no indague”.

450 demandas

Ante toda esta polémica MGM Resorts International, propietarios del Mandalay Bay se han mantenido en silencio.

A lo que sí que han tenido que responder es a la oleada de demandas anunciada esta semana por 450 víctimas del tiroteo. Los querellantes argumentan que los responsables del hotel no impidieron que Paddock acumulase un arsenal en su habitación, y es que introdujo en la estancia un total de 23 armas de fuego.

El 65% de los demandantes residen en California, por lo que el principal motivo señalado para presentar los litigios son los altos costes médicos de este estado a los que tienen que hacer frente para reponerse de las heridas y del trauma.

Según la información facilitada por los abogados, más de 30 de los demandantes fueron heridos por bala, mientras que dos son familiares de víctimas fatales. Aproximadamente 100 de los querellantes sufrieron traumatismos durante la estampida, mientras que 250 alegan trastorno de estrés postraumático.