El sector turístico de Tenerife (Canarias) lamenta la caótica imagen que ofrece al visitante el aeropuerto Tenerife Sur, uno de los dos aeródromos con los que cuenta esa isla. Jorge Marichal, presidente de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro), denuncia el caos operativo y los problemas de aglomeración por falta de transporte público que acusan esas instalaciones y pide a las administraciones involucradas que les pongan solución.

“Es lamentable la imagen insostenible que damos a residentes y turistas que, tras horas de vuelo, con ganas de llegar a su destino, se enfrentan a largas colas para poder coger un taxi. Es absurdo, es ineficaz y muchos ciudadanos no entienden cómo coches que llegan a la terminal de salidas a dejar clientes tienen que irse vacíos por carecer de licencia municipal de Granadilla de Abona, cuando realmente hay una gran necesidad de cubrir ese servicio”, lamenta Marichal.

Un problema que no es nuevo

Ya a finales de 2023, Ashotel solicitó al Cabildo de Tenerife que declarara zona sensible el aeropuerto Tenerife Sur, el séptimo en volumen de pasajeros de la red nacional de AENA y principal vía de entrada de turistas a la isla, una circunstancia que permitiría aplicar una solución urgente al problema de las interminables colas que, con frecuencia y muy especialmente en temporada alta, se producen en la terminal de llegadas para coger un taxi. 

Ashotel ya planteaba entonces que si no había capacidad para innovar un sistema eficaz que acabara con ese colapso, al menos copiara los sistemas que funcionan en otros aeropuertos como el Adolfo Suárez Madrid Barajas, en el que los taxis de 54 municipios de la Comunidad de Madrid (incluido Madrid capital), integrados en el área de prestación conjunta, pueden prestar servicio en este aeródromo. Esta solución sería además más eficientemente ecológicamente, pues no se realizarían trayectos en balde, con la contaminación que conlleva.

En un artículo de opinión publicado hace un año en la web de la asociación, Marichal ya consideraba que no debe haber restricciones a las licencias de taxi en esta infraestructura, desbloqueando la exigencia de que el vehículo que cubra un servicio de salida desde ese aeropuerto hacia otro punto de la isla deba tener licencia de Granadilla de Abona. “No olvidemos que esta infraestructura se costea con impuestos de todos los españoles, no solo de quienes residen en Granadilla”, señalaba.

Estas instalaciones aeroportuarias son vitales para el sector turístico tinerfeño y Ashotel ha elevado sus quejas cuando ha notado cualquier lastre operativo que pueda afectar a la imagen que proyecta la isla a sus visitantes o repercuta negativamente en su bienestar en el destino. Hace un mes, sin ir más lejos, Marichal denunciaba el colapso en el control de pasaportes.  

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