Destinos

Críticas en redes sociales por el maltrato a una cría de camello utilizada como atracción turística en Lanzarote

La polémica animalista ha vuelto a saltar en Lanzarote, debido a la utilización de camellos dromedarios como atracción turística para pasear por el Parque Nacional de Timanfaya

La polémica animalista ha vuelto a saltar en Lanzarote, debido a la utilización de camellos dromedarios como atracción turística para pasear por el Parque Nacional de Timanfaya. En un vídeo difundido en redes sociales, se puede observar cómo varias personas intentan adiestrar a una cría de esta especie de camélido, sentando a dos hombres adultos en la montura ubicada sobre su joroba, sin que el pequeño pueda alzarse siquiera sobre sus patas debido al excesivo peso.

“¡Ay, qué lástima!, ¡Abusadores!”, exclama con sensible pena la turista que graba las imágenes, mientras comprueba cómo intentan levantar sin éxito al pequeño camello, unido a otro con una cuerda, dándole palmadas en su parte posterior. Además, en el vídeo se puede escuchar a otra mujer que, presumiblemente trabaja con los adiestradores, indicarles que están siendo grabados y que paren con la práctica, ya que podrían ser denunciados. 

 

Para que las personas puedan subir encima de ellos, una cría tiene que pasar por mucho sufrimiento”, denuncian en redes sociales


La cuenta que ha publicado el vídeo en Instagram, @lavacastyle, denuncia la situación de “Una cría de camello golpeada continuamente para ‘adiestrarla’, se suben encima para que se ‘acostumbre’. Soportando altas temperaturas y muchas horas de ‘trabajo’ al sol, sin agua y sin comida”. “Para que las personas puedan subir encima de ellos, una cría tiene que pasar por mucho sufrimiento. Además, están obligados a soportar el calor y un constante agotamiento, mientras caminan con bozales en una abrasiva arena volcánica”, añade. 

Denuncias de ONG


Ya en 2021, ONG animalistas como la lanzaroteña Ademal y la Fundación Franz Weber realizaron un informe denunciando las condiciones en las que se encuentran estos dromedarios, apuntando sobre todo a:

  • La negación de agua, alimento e incluso la sombra en días de calor, en los que pasan más de 10 horas al sol
  • La obligación de llevar un bozal metálico que, según los veterinarios, les impide rumiar, respirar o realizar movimientos con la lengua propios de su especie
  • Las callosidades y heridas infecciosas producidas en los codos debido a la “abrasiva arena volcánica en la que tienen que estar echados”


Te recomendamos

Ver más