Lanzarote ha presentado una propuesta ante el Parlamento de Canarias que pretende buscar el apoyo del Gobierno regional para presentar una candidatura que buscará declarar a su paisaje volcánico y su red de Centros de Arte, Cultura y Turismo como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Esta iniciativa se enmarca, además, en la preparación del tercer centenario de las erupciones de Timanfaya de 1730.

Canarias cuenta actualmente con 5 elementos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: 

• Parque Nacional de Garajonay: Bien Natural del Patrimonio Mundial desde 1986
• San Cristóbal de La Laguna: Bien Cultural del Patrimonio Mundial desde 1999
• Parque Nacional del Teide: Bien Natural del Patrimonio Mundial desde 2007
• Silbo Gomero: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2009
• Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria: Patrimonio de La Humanidad desde 2019

La propuesta, presentada por la presidenta del Cabildo y consejera de Turismo de Lanzarote, María Dolores Corujo, en el pleno del Debate General sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria 2022. “A lo largo de esos casi trescientos años, el territorio conformado por esas erupciones ha permitido a la población de Lanzarote la creación de prácticas agrícolas de extraordinaria singularidad, como los socos y los enarenados, que aún perviven”, ha explicado la presidenta lanzaroteña.
 

Corujo ha destacado que desde mediados del pasado siglo “ese paisaje único ha servido también de soporte al turismo, permitiendo que la isla presente una oferta plenamente diferenciada gracias al genio de su artista más universal, César Manrique, […]y a su obra de arte público y paisajismo, que denominó Arte-Naturaleza/Naturaleza-Arte”.

El proyecto propone considerar Patrimonio de la Humanidad a los conjuntos formados por el Malpaís y el Volcán de La Corona; la Cueva de Los Verdes, los Jameos del Agua y el Túnel de la Atlántida; el Archipiélago Chinijo; el Parque Nacional de Timanfaya, La Geria y las Salinas del Janubio y la obra de arte público de César Manrique.
 

“Lanzarote necesita recuperar la ilusión desbordada con la que César nos empujaba a ser plenamente conscientes del extraordinario valor de nuestra isla, de su singularidad, de su carácter extraordinario. Lanzarote necesita renovar su compromiso con la sostenibilidad, entendida como el empeño de vivir dignamente sin poner en riesgo el legado de futuras generaciones y conseguir el reconocimiento de la UNESCO nos ayudará a recordar de manera permanente cuáles son los retos a los que nos enfrentamos en esa apuesta por la sostenibilidad”, ha sentenciado Corujo.

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