Granada alberga numerosos ríos, concretamente 35, de entre los que se encuentran el Dúrcal, el Guadiana Menor, el Real o Fardes. Ríos por los que no solo corre el agua, también bicicletas y, en las últimas horas, carritos de la compra.

En un primer lugar, ciertos ciudadanos granadinos emprendieron su particular lucha contra el servicio municipal de bicicletas. Estos vehículos podían alquilarse por minuto a un coste bastante económico y, además, podían aparcarse en cualquier lugar, ya que no contaban con un estacionamiento fijo u obligatorio. Requisito que los usuarios se tomaron muy al pie de la letra. 

De hecho, comenzaron a aparecer bicicletas en lugares tan insólitos como las copas de los árboles, el río Genil o el Paseo de los Tristes, lugar transitado por los turistas que, en lugar de vegetación, encontraron una bicicleta destartalada. Tal es así, que este servicio de transportes, que corría a cargo de la compañía Ofa, abandonó la provincia por causa de estos actos vandálicos.

Pero la medida no parece suficiente para frenar la contaminación de los ríos granadinos. De hecho, la usuaria de Twitter Davinia PG denunció a través de la red social la presencia de otro elemento ‘extraño’ en el río Monachil. “Ya nos han quitado las bicis amarillas… ¿Ahora también queréis que nos quiten los carros para la compra? Vergüenza ajena de vivir entre cazurros”, escribió la joven en la plataforma, donde también adjuntó un vídeo del río.

Al mismo tiempo, Davinia PG aprovechó la red social para advertir a la Policía Local de Granada de la presencia de este carro en el río: “Hola @Policia_Granada, en Baden Powell hay un carro tirado en el río”.

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