El Govern de Baleares y las navieras, representadas por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), han llegado a un acuerdo para limitar el número de cruceros que hacen escala en el Puerto de Palma (Mallorca).
El acuerdo implica que el año que viene solamente llegarán en el mismo día a Palma un total de tres cruceros, y solo uno de ellos podrá ser un megacrucero —con una capacidad superior a los 5.000 pasajeros—. Al mismo tiempo, el acuerdo recoge que no se podrán superar en ningún caso los 8.500 cruceristas diarios en cómputo semanal.
El acuerdo ha sido anunciado tras una última reunión en Hamburgo (Alemania) que culmina dos años de negociaciones. A ella asistieron, por parte del Govern, el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela; y la directora general de Turismo, Rosana Morillo; mientras que, por parte de las navieras, han estado presentes los máximos responsables de CLIA, Costa Cruceros, MSC Cruceros, TUI Cruises, Royal Caribbean y Marella Cruises.
El acuerdo en cifras
El acuerdo, que estará en vigor durante los próximos cinco años, supone que en 2022 recalarán en el Puerto de Palma 460 embarcaciones para más de 500 pasajeros, frente a las 538 que lo hicieron en 2019, un 14,5% menos. Si se contabiliza el total de buques, incluidos los de una capacidad inferior a los 500 pasajeros, las escalas previstas en la capital balear para el año próximo serán 518, frente a las 594 de 2019, lo que supone también una reducción muy similar, en este caso del 13%.
Las partes han explicado que, debido a que ya se habían solicitado y concedido la mayoría de reservas de atraque para 2022, se han pactado días excepcionales (no más de 20) en los que se podrán recalar hasta 4 buques. De esta manera, se podrán cumplir con las escalas ya firmadas. Estos días excepcionales desaparecen en 2023.
El consejero de Turismo balear ha celebrado el acuerdo, que "supone fijar por vez primera un límite real a la llegada de cruceristas a Palma, algo que no hubiera sido posible sin la voluntad del sector". De hecho, el político ha agradecido la voluntad negociadora de las navieras que han hecho un esfuerzo en reprogramar sus operaciones.
“La custodia de los destinos es uno de los principales ingredientes del turismo responsable y CLIA y las navieras que forman parte de la asociación colaboran con autoridades locales, puertos y otras organizaciones en iniciativas de turismo responsable que ayuden a preservar la integridad, el patrimonio cultural y la belleza de los destinos más preciados del mundo”, ha señalado Alfredo Serrano, director de CLIA en España.