El sábado, 20 de abril, miles de personas tomaron la calle en las islas canarias, así como en otras ciudades españolas y del exterior, para manifestar su "hartazgo" contra el modelo turístico actual del Archipiélago.
Según datos de la Delegación del Gobierno en Canarias facilitados a Europa Press, unas 57.200 personas participaron en las protestas, unas cifras que difieren con las de los organizadores, que calculan 100.000 asistentes.
Los datos oficiales apuntan que la movilización más multitudinaria fue la de Santa Cruz de Tenerife, con 30.000 personas. En Las Palmas de Gran Canaria se concentraron 14.000; en Arrecife (Lanzarote), 9.000; en Puerto del Rosario (Fuerteventura), 2.800; en San Sebastián de La Gomera, 300; y en Valverde (El Hierro), 120. Aunque menos multitudinarias, las protestas también tuvieron seguimiento en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Berlín o Londres.
La convocatoria bajo el lema “Canarias tiene un límite” giraba en torno a varias peticiones principales:
- Imponer una moratoria sobre nuevas plazas hoteleras y turísticas, apuntando a que hay que frenar el crecimiento, especialmente de los macrocomplejos o grandes resorts. En este sentido, es reseñable que, entre 2013 y 2023, el número de plazas hoteleras aumentó en 15.741, mientras que la extrahotelera cayó en -80.503. Esto arroja un balance negativo de -64.762 plazas.
- Crear una regulación para garantizar el acceso a la vivienda "a la población canaria", así reza en los manifiestos.
- Limitar la compra de vivienda a los no residentes, medida que ya fue descartada por la Unión Europa cuando se propuso en Baleares.
- Frenar el alquiler vacacional. En este sentido, cabe destacar que, del 2015 a 2023, la oferta de viviendas vacacionales aumentó desde las 121.847 camas en 2015 hasta las 225.000.
- El cobro de una ecotasa turística para invertirla en el cuidado de espacios naturales o la creación de empleo verde. Este tipo de tasas son cada vez más comunes y se aplican desde hace años en destinos españoles como Cataluña o Baleares, sin que el número de visitantes se haya visto afectado.
Ausencia de propuestas alternativas
Si bien a la convocatoria ha canalizado el descontento social en torno a los impactos del turismo y de su “mala gestión” como la dificultad para acceder a la vivienda, la gentrificación o los salarios insuficientes, también son muchas las voces críticas que lo consideran un ataque a la principal fuente económica de Canarias (35,5% del PIB y 39,7% del empleo). Además, algunos participantes han manifestado a este medio que lamentan la falta de propuestas alternativas viables para la economía por parte de los organizadores de la manifestación.
Repercusión internacional
Las protestas han cobrado repercusión internacional que, de la mano de medios más sensacionalistas, podrían entenderse como un rechazo a los turistas. Medios internacionales de prestigio en los principales mercados emisores de Canarias como BBC, The Guardian, Al Jazeera, France24, De Telegraaf, Der Spiegel o Frankfurter Allgemeine Zeitung se han hecho eco de la noticia, que también ha llegado a los titulares de Australia, Estados Unidos o Qatar.