Se eleva la cifra de afectados
La cifra de afectados se ha elevado: se contabilizan 2.012 fallecidos y más de 2.059 heridos, 721 en estado grave.
Marruecos se vio azotada en la noche del viernes por terremoto de magnitud 6,8 que ha afectado especialmente a las provincias y prefecturas de Al Hauz, Marrakech, Uarzazat, Azilal, Chichaoua y Tarudant, así como en Agadir, Casablanca y Yusufia.
El sismo, el más potente que azota al país en el último siglo, ha dejado más de 630 personas fallecidas y más de 330 heridas, según cifras del gobierno marroquí hasta este momento.
Según el Instituto Geográfico Español, el temblor se originó a las 23:11 hora local, con epicentro en Ighil, a unos 60 kilómetros al suroeste de la turística ciudad de Marrakech, donde especialmente la Medina (Ciudad Vieja) ha sufrido los mayores daños. Su intensidad ha podido sentirse también en España, más concretamente en la parte sur de la Península, Ceuta y Melilla
Cortes de agua, luz e Internet
Andreas Blass, CEO de Caribbean Tours, se encontraba en Marrakech en el momento en que ha tenido lugar el terremoto y ha compartido con Tourinews su experiencia de primera mano.
Comenta que había llegado esa misma tarde con el objetivo de asistir a la feria PURE Life Experiences, que se celebra todos los años en Marrakech y que es todo un referente en lo que a turismo de lujo se refiere. “Justo había vuelto a mi Riad tras el paseo por la Medina y la famosa plaza Yamaa el Fna. Estaba en el baño, preparándome para descansar, cuando empezó a temblar todo. Cayeron las cosas de las mesas y había un tremendo ruido. Es difícil decir cuánto duró, pueden haber sido minutos… Y, de repente, había gritos de pánico y gente saliendo a la calle con miedo”, relata y añade que muchos de los huéspedes del hotel salían incluso en bata de baño.
De hecho, explica Blass, muchos ciudadanos optaron por dormir en el exterior por el miedo a que se derrumbase su casa. Así, se puede ver en fotos que tomó el mismo durante esta mañana del sábado.
Comenta que él y el resto de huéspedes sí pudieron pasar la noche en el hotel que, si bien se quedó sin suministro de agua, sí que mantuvo la corriente eléctrica. Otros puntos de Marrakech vieron interrumpido el suministro y también registraron problemas de Internet. Indica que el desayuno en el riad ha sido “un poco caótico”, porque muchos empleados no han podido acudir, pero subraya que todo el mundo ha sido comprensivo en esta situación.
“La vida sigue”
Pese a que hay que lamentar víctimas personales y daños materiales, “la vida sigue” y muchas tiendas y cafeterías de la ciudad han reabierto sus puertas. Blass subraya que, tras un paseo por los aledaños de la Ciudad Vieja, solo ha visto un edificio derrumbado, aunque sí numerosos escombros de fachadas y elementos que se han desprendido.
Esa vuelta a la normalidad también trasluce de que no se haya suspendido la feria, que tiene previsto arrancar el domingo, 10 de septiembre. Aunque sí que se han cancelado algunas de las actividades paralelas previstas. “Hoy íbamos a hacer un proyecto social en un pueblo bereber, una experiencia en la que he participado en años anteriores. Yo estaba en la cuadrilla para la construcción de un puente. Pero tras lo sucedido se ha suspendido, porque no se sabe en qué condiciones está el pueblo y, quizás, necesitan otro tipo de ayuda”, destaca el profesional turístico.
Cascotes desprendidos de fachadas |Foto: Andreas Blass
Derrumbe en Marrakech Foto Andreas Blass |Foto: Andreas Blass
Elementos que han sufrido daños por el terremoto |Foto: Andreas Blass
Las tiendas han abierto sus puertas de nuevo en Marrakech |Foto: Andreas Blass