La Región de Murcia se convertirá en el “epicentro internacional” del turismo religioso en 2023, ya que ha sido designada sede del XIX Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable. Así lo ha anunciado su presidente, Fernando López Miras, este martes, destacando que el evento supondrá un “estímulo muy importante” para el desarrollo económico y social de Murcia.

López Miras dio a conocer esta designación durante su asistencia en Caravaca de la Cruz a la “Procesión del Baño de la Vera Cruz y el Ritual de la Bendición de las Aguas”, donde ha resaltado que la celebración del Congreso “va a situar a la Región de Murcia como el epicentro internacional del turismo religioso”. La ciudad de Murcia y la localidad de Caravaca de la Cruz —considerada ciudad santa para el cristianismo— acogerán en el primer semestre del próximo año la decimonovena edición de este evento, para el que también se habían postulado ciudades de América, Europa, África y Oriente Medio.
 

Para la elección de Murcia entre las sedes postuladas, los responsables del Congreso han valorado aspectos como su potencial para desarrollar actividades de turismo religioso sostenidas en el tiempo y proyectadas a largo plazo; la importancia de sus atractivos temáticos, historia local y patrimonio; la gama de servicios que pueden desplegarse para acoger un evento internacional o las instalaciones para la realización de conferencias, seminarios y otras actividades, tal y como señala el Gobierno de la Región en un comunicado.

El Congreso cuenta en este 2022 con dos sedes: la ciudad uruguaya de Paysandú, que lo acogerá del 9 al 12 de junio, y Guadalajara de Buga, en Colombia, que celebrará el evento del 24 al 28 de octubre. En 2021, y a consecuencia de la pandemia, el Congreso se realizó en modalidad semipresencial en Pamplona y contó con la participación de 28 países.

El Gobierno murciano se ha mostrado complacido por poder acoger este evento internacional, ya que repercutirá positivamente en la Región como destino turístico. De esta manera, entre los principales efectos destacados por la Comunidad están: la llegada de turistas y participantes en las diferentes jornadas; la elevada difusión del destino en medios nacionales e internacionales, así como en redes sociales; la creación de rutas temáticas; la creación de nuevos circuitos y actividades turísticas o la desestacionalización.
 

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