Los hoteles de Barcelona han cerrado 2024 una ligera disminución en la ocupación, pero con un aumento significativo en las tarifas. Según datos del Gremi d'Hotels de Barcelona, la ocupación media en 2024 fue del 80,8%, 1,4 puntos menos que en 2023, mientras que el precio medio por habitación alcanzó los 188 euros, un incremento de 14,1 euros respecto al año anterior.

En palabras del presidente de la patronal, Jordi Clos, esta dinámica "corrobora la apuesta del sector hotelero por la calidad" y refleja el éxito de la apuesta por un turismo "internacional, cualitativo y con destacado poder adquisitivo", De hecho, ha recalcado a que se han ido "los grupos más conflictivos".

La posible implementación de políticas proteccionistas por parte de Estados Unidos, la caída del turismo británico y la mala coyuntura económica alemana podrían afectar negativamente a la llegada de visitantes

En rueda de prensa, explicó que la estrategia de Barcelona de atraer a un turista de más calidad ha dado como resultado una facturación hotelera récord de 2.200 millones de euros en 2024, un aumento del 12-14% respecto al año anterior. Este incremento se debe, en parte, a la captación de viajeros MICE (congresos, convenciones, ferias e incentivos), que generan un mayor gasto. Sin embargo, recuerda que el sector hotelero también ha experimentado un aumento en los costes de suministros y personal, lo que dificulta precisar el incremento de beneficios.

Necesidad de un discurso positivo del turismo

A pesar de los buenos resultados, Jordi Clos ha alertado sobre los "nubarrones" que se ciernen sobre el sector debido a la incertidumbre internacional. La posible implementación de políticas proteccionistas por parte de Estados Unidos, la caída del turismo británico y la mala coyuntura económica alemana podrían afectar negativamente a la llegada de visitantes. Por ello, el Gremi d'Hotels de Barcelona considera fundamental "evitar discursos o acciones que perjudiquen la imagen, el prestigio y la competitividad de Barcelona como destino" e invita, en cambio, a usar un "discurso riguroso y positivo del turismo" para evitar una caída endémica de viajeros.

Asimismo, han hecho un llamamiento a que las administraciones tomen "decisiones valientes" que mejoren la competitividad de Barcelona como destino internacional, incluyendo la ampliación del aeropuerto, la mejora de la seguridad y la limpieza, y la revisión de las políticas fiscales.

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