"Máxima preocupación" entre los hoteleros de Mallorca ante el temor de que sus establecimientos sean víctimas de los okupas. Y es que en los dos primeros tres meses de 2025 se contabilizan hasta tres casos de complejos turísticos de la isla que han tenido que hacer frente a este problema.

Según informa Última Hora, el caso más reciente ha tenido lugar esta misma semana. Un grupo de okupas se ha instalado en uno de los 17 bloques de apartamentos del hotel Bellevue Club Mallorca de Alcúdia, que pertenece a BlueBay Hotels y tiene una trayectoria truculenta. Se trata de un resort de 250.000 metros cuadrados, con 1.468 apartamentos de una y dos habitaciones, de once piscinas, gimnasio, pistas de tenis y pádel y áreas de juego; aunque dentro del complejo también hay edificios de carácter residencial.

En concreto, un centenar de personas de distinta índole —incluidas familias con niños— han allanado los apartamentos del bajo y los das primeras plantas del edificio Neptuno II. Tal y como recoge el citado medio, desde BlueBay esperan que el caso se resuelva para poder comenzar la temporada con normalidad, aunque ya se han producido las primeras cancelaciones por parte de turistas alemanes que se han enterado de la situación y que tenían estancias reservadas para el mes de abril. Y es que el incidente ha tenido bastante repercusión internacional, especialmente en Alemania y Reino Unido.

A mediados de enero, las alarmas comenzaron a saltar por la okupación del apartahotel 'Sol y Mar' en Cala Bona, en el municipio de Son Servera, cuyas instalaciones se encontraban cerradas por la temporada baja. Tras la intervención de fuerzas de seguridad, empresas de desokupación y un acuerdo, los últimos "inquilinos indeseados" abandonaron la propiedad el 18 de enero. También logró repercusión el caso de un complejo de apartamentos en Cala d’Or (Santanyí) que permanece cerrado y sin actividad desde 2019 y donde reside una familia. Su actual propietario lamenta que la situación le impide reformar y relanzar el establecimiento turístico y ha instalado sistemas de vigilancia para evitar que entren más "huéspedes" no bienvenidos.

Estos casos han llevado a la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) a manifestar su "máxima preocupación" y pedir a las autoridades una regulación que proteja a los propietarios. Asimismo, a título individual, muchos hoteleros han decidido implementar medidas de seguridad como alarmas, cámaras o vigilantes para evitar allanamientos mientras están cerrados durante el invierno.