El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) ha denunciado, a través de un vídeo publicado en las redes sociales, las excursiones en camello en las Dunas de Maspalomas, al sur de la isla de Gran Canaria.

De hecho, este paraje constituye uno de los mayores reclamos turísticos de la isla, ya que el extenso arenal transporta al viajero a un paisaje desértico propio del Sáhara que está a tan solo unos metros del mar. Por ello, pasear a camello en la zona se convierte en una actividad especialmente atractiva, tanto para los residentes como para los turistas. Sin embargo, la realidad que muestra Pacma no es tan idílica.

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El partido animalista ha compartido en Twitter un vídeo de denuncia donde se critica la jornada laboral de estos animales: siete días a la semana, de 09.00 a 16.00 horas. También denuncian que durante todo ese tiempo permanecen atados, los unos a los otros, separados por una distancia de tan solo 50 centímetros. Como consecuencia los animales no pueden moverse libremente, ni tan siquiera para alimentarse o descansar.

Al mismo tiempo, Pacma recrimina que los camellos tienen perforaciones en los orificios nasales, donde se les coloca una anilla de metal. El fin, es introducir una cuerda por esta anilla, para tirar de ellos y dirigirlos durante los paseos. Estos animales también llevan un bozal, el cual les causa molestias y les impide comer.

El vídeo concluye con la reflexión: “Para ti es un recuerdo de vacaciones, para ellos toda una vida de sometimiento. Que tu diversión no implique el sufrimiento de otros”. El vídeo ha sido promovido por el partido animalista para impulsar “un turismo responsable, libre de maltrato”, que no ha dejado indiferente a los usuarios de Twitter.

La grabación, que ha alcanzado 616 ‘Me gusta’ y 734 retweets, ha generado 20 comentarios, donde la mayoría de participantes se mostraron en contra de los paseos en camello. DailosDs, por ejemplo, manifestó que la situación denunciada le provocaba “vergüenza” y que “ojalá" se puedieran liberar "a esos camellos". Maribel Riascos Tati, por su parte, lamentaba que “nadie hiciera nada”, mientras que Marta Fdez proponía que cambiaran las tornas y que fueran los camellos quienes pasearan a lomos de las personas.