El área de Turismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha llevado a cabo un rediseño de su marca turística para “poner al día los mensajes que la ciudad expresa y acercarla al diálogo que mantiene con la ciudadanía y los visitantes”. El nuevo logo ha sido presentado este lunes por el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, en Casa África, junto a empresas y profesionales del sector.
La marca de la capital, ‘Las Palmas de Gran Canaria Ciudad de Mar y Culturas’, se actualiza y sustituye a la creada en el año 2009. La enseña, que usa como símbolo gráfico principal la silueta de la corona de una palmera, se simplifica para ganar en capacidad de reproducción en distintos formatos. Asimismo, la paleta de colores se mantiene con “pequeños retoques que aumentan el contraste y su vivacidad, si bien el logotipo evoluciona del negro pasado a un azul más amable, atlántico e integrador”.
Abarcar los nuevos lenguajes de comunicación, mejorar la legibilidad de la marca y la identificación del nombre de la ciudad en los nuevos soportes digitales y en los medios publicitarios actuales han sido algunas de las mejoras que busca el nuevo logo.
“La identidad de un destino no es una foto fija. Igual que ha cambiado la forma de viajar, también lo ha hecho la propia ciudad y, por supuesto, los diferentes formatos de comunicación que utilizamos cada día. Era el momento de abordar su modernización para que nos identifiquemos más en ella, nos vean mejor y nos recuerden más”, apuntó Quevedo.
Por su parte, el responsable creativo de este proceso, el diseñador y experto en identidad y comunicación, Sergio Sánchez, apuntó que el resultado del trabajo ha sido revalorizar la marca de la ciudad a partir de su personalidad y las experiencias que ofrece. En este sentido, manifestó que “se posiciona como un destino costero y experiencial, y donde el carácter abierto y cercano de las personas supone gran parte de su atractivo, además de su amabilidad y su cosmopolitismo”.
El relato de la marca actualizada pasa por contar Las Palmas de Gran Canaria más allá de la idea de sol y playa, y subraya “una ciudad histórica, llena de vida, multicultural y potente desde el punto de vista económico, y a la vez que guarda espacio para la tranquilidad y la calidad de vida, poniendo en valor la identidad y singularidad isleña”.