Un tuit viral publicado por la expresidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, ha reavivado la polémica sobre en qué idioma deberían dirigirse a sus clientes los establecimientos turísticos que operan en áreas bilingües.

La política independentista compartió a través de las redes sociales lo que consideró una experiencia “desesperante”. Comentó ante sus cerca de 340.000 seguidores que había llamado a un hotel de Figueres (Girona) para reservar una habitación y que “se quedó de piedra” cuando, tras saludar con un "bona tarda" (buenas tardes), desde el establecimiento le respondieron: “En castellano, por favor”.

 

Esto, explicó, fue motivo suficiente para no realizar la reserva, algo que ha despertado el debate en las redes sociales entre los que se muestran partidarios de Forcadell, lamentando encontrarse con esta situación habitualmente; mientras que otros quitan hierro al asunto y hacen chanza sobre "el drama" que se ha generado por ello.

Lo cierto es que no es la primera vez que el conflicto lingüístico ha alcanzado a la industria turística, especialmente a empresas que operan en territorios catalanoparlantes, como es el caso de Vueling o Baleària.