El pasado pasado lunes 5 de noviembre Aena anunció la licitación de las obras para la creación de una nueva área terminal y de aparcamientos en el Aeropuerto Reina Sofía, también conocido como Tenerife Sur. Esta noticia no fue bien recibido por empresarios turísticos de la isla ni por la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), que consideran las obras propuestas un “apaño” que no responde a las necesidades de Tenerife.
El último en unirse a las críticas contra el gestor aeroportuario ha sido Carlos Alonso, presidente del Cabildo Insular. Mediante un artículo de opinión publicado en el diario El Día, el dirigente tinerfeño resalta que Aena ha tenido un comportamiento “colonial” al sacar la licitación para el aeropuerto “con nocturnidad y alevosía” y sin contar con la colaboración del Cabildo. “AENA nos ha tratado con desprecio institucional y la altanería de quien no tiene que rendir cuentas a nadie. Nos ha tratado casi literalmente como a una colonia. Pero somos una isla europea de un Estado democrático”, sostiene.
Alonso incide en que “la reacción de rechazo de todos los estamentos de la sociedad de Tenerife ha sido unánime”. Explica que los responsables de Aena han cometido “un gravísimo error” y que han despreciado a Tenerife proponiendo una obra que no está a la altura de sus necesidades. “Lo que se estará haciendo es simplemente una chapuza”, asevera refiriéndose al edificio-pasillo que unirá las terminales actuales, una de ellas en desuso.
Alonso insiste en que los aeropuertos canarios “se encuentran entre los más rentables del estado con una facturación conjunta que roza los cuatrocientos millones de euros” y explica que el Reino Sofía supera los 130 millones de facturación al año, con más de once millones de pasajeros, estando “entre los diez más rentables de toda la red”, por ello cree que Aena quiere gastar lo mínimo y “exprimir como un limón” los beneficios y llevárselos a los dividendos.
Recuerda, asimismo, que el aeropuerto “no es solo una propiedad de Aena”, sino que lo considera un patrimonio de Tenerife con el que se juegan su actividad turística.