El sector turístico de la Comunidad Valenciana ha manifestado síntomas de recuperación, durante la primera semana de agosto. Así, los niveles de ocupación en los hoteles de la Costa Blanca rondaron el 61% (en Benidorm el 46%); en los de la ciudad de Valencia el 44%; y en los de Castellón el 45%. El ligero repunte en la ocupación ha sido posible gracias al mercado nacional, ya que los turistas internacionales solo representan entre el 10 y el 20% del total. 

"Es una lástima que la ineficacia sanitaria y política en España nos haya cerrado en la práctica la comercialización con Europa, porque si no se hubieran impuesto las restricciones y cuarentenas, estaríamos hablando ahora de ocupaciones por encima del 70% y con mayor número de camas hoteleras abiertas", lamentó el presidente de la Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana (Hosbec), Toni Mayor. "Esta etapa tan difícil hubiera podido ser positiva con una mejor planificación y control, lo que debe servir de aprendizaje para encarar el otoño y el invierno con una estrategia de protección al sector y una mejora sustancial de los datos de contagios por Covid-19", agregó. 

"No demos el otoño-invierno por perdido"

El presidente de Hosbec tildó de fundamental la estabilización y reducción de los contagios "a los niveles de finales de junio", a la par que "extremar las medidas de seguridad" y "levantar las restricciones de los países europeos". Y es que existe "mucha demanda estancada y con ganas de viajar" que puede revertir la situación actual del turismo en España, siempre que el nivel de contagios baje.

En este sentido, desde la asociación consideran que si se hubiera podido consolidar la buena trayectoria del verano, su efecto se hubiera podido extender a gran parte del otoño y del invierno, con cierta actividad turística abierta. "Lo abierto llama al movimiento y a abrir todavía más", enfatizó Mayor. Por ello, quiso lanzar un mensaje optimista, especialmente dirigido al ejecutivo español: "No demos el otoño-invierno por perdido sin lucharlo" y señaló que si España logra controlar la situación sanitaria en cuatro semanas, se estará a tiempo "de recuperar el pulso turístico, aunque sea parcial". 

A su vez, puso de relieve que esa demanda estancada que podría llegar en invierno, no solo corresponde a británicos, belgas u holandesas, los principales mercados de la comunidad en la temporada media baja, sino que también los propios españoles. 

La necesidad de prolongar los ERTE

Por otro lado, Mayor resaltó la necesidad de prolongar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), "en su versión original, la de marzo con el 100% de bonificación de cuotas, a partir del 1 de octubre (de 2020) hasta abril de 2021". "No hay otra alternativa para que el turismo pueda llegar al camino de la recuperación una vez que se haya conseguido controlar de forma definitiva la amenaza sanitaria", sentenció. 

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