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"Tuvimos que ‘rescatar’ la competencia de Costas para concesiones públicas en la playa"
Santa Cruz de Tenerife estrena en la playa de Las Teresitas flamantes quioscos, acompañados de hamacas y camas balinesas
Los dos principales municipios turísticos de Tenerife, Arona y Adeje, han visto como sus chiringuitos y demás servicios de playa han sido clausurados por la Dirección General de Costas en pleno mes de agosto. Sin embargo, en este mismo mes Santa Cruz de Tenerife ha estrenado en la playa de Las Teresitas flamantes quioscos con nuevo diseño, acompañados de hamacas y camas balinesas.
Desde Tourinews hemos querido hablar con el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, para conocer cómo ha conseguido adelantarse al bloqueo de Costas y conocer un poco más sobre los objetivos que persigue el consistorio con la actualización de estas estructuras.
El primer edil del ayuntamiento santacrucero también ha salido al paso de las críticas que los precios y el espacio ocupado por estos nuevos quioscos han generado entre usuarios, aseverando que "no son tan numerosas, aunque sí ruidosas y, en algunos casos, incluso interesadas".
Pregunta (P): En un mes en el que otros municipios tinerfeños han tenido que clausurar chiringuitos y servicios de playa, las Teresitas estrena los suyos, ¿cómo se consigue?
Respuesta (R): Se consigue con planificación y trabajo riguroso y, sobre todo, con una idea clara de hacia dónde debe evolucionar la playa de Las Teresitas. A partir de la clausura de los antiguos quioscos, que se produjo por mandamiento judicial, al carecer de cualquier título habilitante, y no por decisión municipal, nos planteamos cuál era la mejor opción para convertir un problema en una oportunidad. Se trataba de dotar a la playa de este tipo de servicios, no solo de una manera ajustada a la ley sino también haciéndolo de una forma que supusiese una evidente mejora estética, funcional, de accesibilidad y con todas las garantías medioambientales y sanitarias. El resultado ha venido a darnos la razón.
Para ello tuvimos que ‘rescatar’ la competencia de Costas para concesiones públicas en la playa. Es decir, esa competencia -que hasta ahora la ha tenido siempre Costas, pero nunca la ha ejercido- pasa al Ayuntamiento por el periodo legal máximo permitido de 4 años, a cambio de un canon que paga el consistorio a Costas. De alguna manera, paradójicamente, el Ayuntamiento paga a Costas por hacer su trabajo. Y esa cantidad es, precisamente, el canon mínimo de partida de licitación, distribuido entre los 8 lotes previstos y compuesto por el quiosco y su zona de hamacas.
P: ¿Cuál fue la preparación técnica y administrativa previa?
R: Resuelto el problema competencial, preparamos un pliego de prescripciones técnicas, administrativas y económicas para licitar los 8 quioscos. Decidimos que hubiese uno menos de los 9 que había antes, al considerar que 8 eran suficientes para la prestación del servicio a todos los usuarios. Al mismo tiempo, se respetan todos los límites de separación entre ellos y se cumple con los criterios de cercanía a las rampas de accesibilidad y mínima ocupación relativa respecto a la totalidad de la playa.
Se presentaron un total de 17 ofertas, siempre con la precaución añadida de que un mismo licitador no podía hacerse con más de una concesión. Con esa condición garantizábamos no solo la libre concurrencia, sino también la libre competencia entre ellos en beneficio del usuario, sin posibilidad de ningún tipo de monopolio. De los 8 adjudicatarios finales, el 25% fueron, precisamente, antiguos quiosqueros.
P: ¿Cuáles son las características/mejoras de los nuevos quioscos?
R: Los nuevos quioscos están situados en zona de arena y no en los aparcamientos como estaban los antiguos. Además, están sujetos estrictamente a la normativa de Costas para todas las playas de España. Son estructuras desmontables de 20 m2 de quiosco y 50 m2 de plataforma, con capacidad autónoma tanto en generación energética como en consumo de agua y vertidos. A esto se le añade la obligación de instalar baños propios, también autónomos, con capacidad para personas de movilidad reducida, con lo que se multiplica este servicio para el conjunto de la playa.
Se ha requerido una cierta uniformidad, tanto en tamaño como en colores, y también cuentan con una exigencia notable en cuanto al tipo de alimentos que pueden prepararse. Toda la estructura y su montaje corren a cargo del adjudicatario, con la limitación temporal de 4 años, que es el máximo legal que nos permite Costas. Para hacer económicamente viable la concesión, cada una de ellas cuenta también con una zona de explotación de hamacas y sombrillas, a una tarifa inferior a la que tenían estos alquileres anteriormente y, además, se les ha dado la posibilidad de sustituir algunas de ellas por un máximo de 5 camas balinesas.
P: ¿Qué se busca ofrecer con estas nuevas estructuras?
R: Con estas nuevas estructuras se busca, antes que nada, ofrecer un servicio a todos los usuarios de la playa que, de otra forma, no podrían tener, o tendría que ser prestado de una forma rudimentaria, provisional y poco adecuada, como ha sido durante este último periodo con los autobares o food-trucks hasta que pudieron instalarse los quioscos.
Pero, además de ello, se da un salto de calidad indudable: en la estética y en la funcionalidad. Las Teresitas es y será siempre una playa pública, sin restricciones y, además, no quiere perder ese carácter popular y familiar que la hace tan querida para todos los chicharreros. Pero eso no tiene por qué ser un obstáculo para ganar en calidad, tanto para vecinos como para visitantes.
P: ¿A qué público se pretende atraer?
R: Los quioscos suponen una mejor y variada oferta que también contribuye a hacerla más atractiva para el crecimiento turístico. Santa Cruz se ha consolidado como una capital turística no solo gracias al imparable ascenso de los cruceristas, sino convirtiéndose en la segunda visita más demandada de toda la isla, solo por detrás del Teide, de los millones de turistas que vienen cada año a la isla. Nuestra ciudad es ya, nadie lo duda, esa capital turística de una isla turística, con lo que ello supone de generación de empleo y riqueza. Tenemos una amplísima oferta que no pretende ser competidora de otros destinos de nuestra isla, sino competitiva y complementaria gracias a nuestra capacidad comercial, cultural, administrativa y de ocio.
P: Los vecinos han elevado sus quejas sobre el espacio perdido y sobre los precios de los estos establecimientos…
R: Todo cambio necesita un periodo de adaptación, y por tanto, genera algunas quejas. Pero en este caso no son tan numerosas, aunque sí ruidosas y, en algunos casos, incluso interesadas. A medida que pase el tiempo, las dudas y temores desaparecerán por efecto de la realidad. El espacio destinado a estos servicios es mínimo en el conjunto de la playa, no hay menoscabo ni restricciones en este sentido y, ni de lejos, puede detectarse ningún problema de falta de espacio para los usuarios algo que, por cierto, sí ocurre en otras playas.
En cuanto a los precios, la oferta es muy variada, tanto en calidades como en tipo de productos. Van desde la más familiar y de helados, hasta las más elaboradas de cócteles y restauración, pasando por los bocadillos de toda la vida. No solo es bueno que así sea, sino inevitable en un mercado de libre competencia donde no se puede pretender que el Ayuntamiento regule hasta el precio de las cañas de cerveza. Esa diversidad, en la que cada uno puede elegir, da variedad a la playa y genera ya la creación de 80 puestos de trabajo, tanto directos en el personal de los quioscos que, como mínimo, triplica al de los antiguos, como indirectos (transportes, suministros, etc.).
P: ¿Existe la posibilidad de que se conviertan en otro tipo de establecimientos (beach clubs, terrazas)?
R: También se ha hablado mucho en cuanto a los horarios y la música y, en este sentido, se ha sido muy claro desde el principio de todo este proceso: es un horario de servicio de playa y, por tanto, con horario de playa, que va desde el amanecer hasta el ocaso. En ningún caso se pretende, ni se va a consentir, que los quioscos se conviertan en locales de ocio nocturno ni pseudo-terrazas de verano.
En todo caso, la puesta en marcha de los quioscos es un avance indudable para la playa y para todo Santa Cruz. Pero, ni mucho menos, son el objetivo final de lo que pretendemos. La aprobación definitiva del Plan Especial de Las Teresitas nos dará la herramienta urbanística imprescindible para emprender los tres elementos prioritarios de su futuro inmediato: iluminación, saneamiento y un paseo peatonal de litoral. Estos son los primeros pasos, ya efectivos y palpables, hacia la playa que queremos.
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