Destinos

¿Se está agravando el problema del balconing?

De poco sirven las campañas de concienciación, pues da la sensación de que cada año aumentan los casos de muerte por balconing

Cada verano se repite la misma historia. Los medios de comunicación no paran de recoger los diferentes casos de turistas extranjeros que fallecen o quedan en estado crítico tras haberse precipitado desde el balcón de su hotel o su apartamento vacacional.

Conocido como balconing se ha convertido en un problema que no deja de cobrarse víctimas, especialmente entre los turistas provenientes de Reino Unido e Irlanda. El último caso es el de un joven francés de 25 años que murió ayer en Magaluf (Mallorca) tras caer desde un quinto piso. Según informa El Periódico, el muchacho fue atendido por una ambulancia medicalizada, pero falleció posteriormente en el hospital de Son Espases.

No es el primer caso de estas características en Baleares. En Palma (Mallorca) el 18 de marzo, un turista británico de 22 años cayó del balcón y feneció. También en Magaluf se han sucedido diferentes incidentes: El 27 de abril falleció una escocesa de 19 tras caer desde una séptima planta. El 3 de junio murió otro joven británico exactamente en el mismo lugar. Asimismo, el 1 de junio murió un irlandés de 20 años al caer al vacío. En la isla vecina, Ibiza, un británico quedó en estado grave tras precipitarse de una altura de 9 metros el pasado 17 de junio.

Puede parecer un fenómeno focalizado en el archipiélago balear, cuyo Servicio de Salud facturó en 2015 a los turistas 21,8 millones de euros en concepto de balconing, pero otros destinos turísticos españoles también registran casos similares. Sin ir más lejos, basta con remontarse al pasado viernes 30 de junio, cuando un turista británico de 27 años resultó herido tras caer desde un balcón de un apartamento de Puerto del Carmen (Lanzarote). Según informa La Voz de Lanzarote, el herido permanece en el hospital con politraumatismos.

Pocos datos y difícil solución

De poco sirven las campañas de concienciación, como la que lanzaron las autoridades británicas recientemente, pues da la sensación de que cada año aumentan los casos de muerte por balconing.

No obstante, no existen estadísticas específicas sobre este fenómeno y solamente se tiene conocimiento de los sucesos gracias a la cobertura de la prensa local.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) sí que recopila datos sobre las muertes en territorio nacional según la causa de la misma y el lugar de residencia de la persona fallecida. En este caso, hemos recopilado los datos de los extranjeros de ambos sexos muertos por caída accidental entre 2014 y 2016, asimismo, lo hemos comparado con el número de ahogamientos para tener una referencia:

Así, se puede comprobar que el número se ha mantenido dentro de una media estable inferior a las 50 víctimas mortales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las caídas por balconing y circunstancias similares están englobadas en el epígrafe Caída desde, fuera o a través de un edificio u otra construcción, en comercio y área de servicios (W13.5). Esta descripción nos permite afinar la búsqueda, aunque sigue sin ser del todo precisa porque incluye a personas muertas en otros espacios que no son hoteles, como los centros comerciales; y porque no permite filtrar por lugar de residencia, por lo que no sabemos si también hay españoles entre los fallecidos:

Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, esta media es mucho más concreta. Si la tomamos como válida, se entiende que pese a que existe una mayor cobertura mediática que pudiera dar la sensación de que el fenómeno se está acelerando, la situación en realidad no se agrava año tras año.

Sin embargo, este último aspecto no significa que no se deba seguir trabajando para resolver este problema, tanto desde los propios mercados emisores como en los destinos. Y es que en pleno mundo moderno sigue siendo chocante cómo personas pueden perder la vida de una forma tan absurda.

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