Destinos
"Hay que compatibilizar el tráfico marítimo con el respeto a los cetáceos"
Vidal Martín, Manuel Arbelo, Erik Delory y Paulino Rivero analizan cómo evitar la muerte de cetáceos por colisiones con barcos
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) ha anunciado que un 32% de las especies de mamíferos marinos del planeta se encuentra en situación de vulnerabilidad, peligro crítico o peligro de extinción. La ingesta de plásticos y la colisión con barcos se han convertido en las principales causas de muerte de los cetáceos.
En lo que a España se refiere, la Sociedad Americana de Mamíferos Marinos-SMM (Society for Marine Mammalogy) y la Sociedad Europea de Cetáceos – ECS (European Cetacean Society) advierten que las poblaciones de delfín mular han disminuido en los últimos años en un 30% y la foca mediterránea prácticamente ha desaparecido del Mediterráneo.
Asimismo, en las aguas de las Islas Canarias, uno de los principales destinos españoles para el avistamiento de cetáceos, los datos tampoco son nada halagüeños. Manuel Arbelo, miembro de la Red de Varamientos de Canarias e Investigador del Instituto Universitario de Sanidad Animal, confirma que en los tres primeros meses del 2019 se ha superado la cifra media anual de muertes de cetáceos producidas por impactos contra embarcaciones.
Una consecuencia lógica
El investigador admite que este incremento les preocupa, pero también explica que este repunte es una consecuencia lógica del incremento tanto del tráfico marítimo como del tamaño de las poblaciones de cetáceos: “Es obvio que durante las últimas décadas el tráfico marítimo se ha incrementado y también es cierto que ciertas poblaciones de ballenas se están recuperando y si juntamos un mayor número de animales en el mar, con más tráfico marítimo, las probabilidades de que ocurran accidentes se incrementan".
Y eso que la cifra dada por Arbelo se podría quedar corta con respecto a la realidad. Uno de los principales escollos a la hora de hacer un estudio fidedigno del número de muertes es la desaparición de los cuerpos, ya que solo se recuentan las muertes en función del número de cuerpos sin vida que se han recogido a través de la Red de Varamientos de Canarias. Erik Delory, Doctor en Sistemas de Observación Oceánicos, explica que “el mar tiene corrientes que, es posible, que se lleven a las víctimas de estas colisiones mar adentro y no se puedan contabilizar. Si no hay varamiento, no existe una prueba de que no haya habido colisiones".
La solución pasa por implicar a todas las partes
De cara a buscar soluciones, Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en Canarias, asegura que es necesario definir un marco de trabajo en el que tomen parte todas las administraciones y organismos, tanto públicos como privados, implicados en este problema: “Evidentemente hace falta una estrategia conjunta por parte de todas las administraciones con competencias en la materia y donde también participen las navieras, porque es una cuestión de investigación, de conservación y también de mucha divulgación. Hay que tener en cuenta que Canarias es un archipiélago y que el transporte interinsular es fundamental para la economía, entonces se trata de hacer compatible la conservación de los cetáceos con el desarrollo económico”. En esta misma dirección coinciden Arbelo y Delory.
Teniendo en cuenta que es necesaria una estrategia coordinada, las opciones que se barajan son variadas: los grupos ecologistas proponen crear santuarios para estos mamíferos, mientras que biólogos de prestigio defienden una reducción de la velocidad de las embarcaciones y capacitar a las tripulaciones para esquivar a estos mamíferos. “Hay medidas operacionales, como la reducción de la velocidad o cambiar las rutas para evitar áreas en las que hay una mayor concentración de cetáceos. Luego hay medidas tecnológicas para detectar a los animales en tiempo real y esquivarlos. Y hay medidas de educación, que son muy importantes, para que los actores implicados conozcan el problema y sepan cómo tener el mayor número de herramientas para evitarlo”, explica Manuel Arbelo.
Para poder modificar las rutas con el fin de evitar los impactos, es importante tener localizadas las poblaciones de estos mamíferos. Para ello, Erik Delory apunta a la utilización de nuevas herramientas: “Hay muchas tecnologías para observar el océano y de éstas, la acústica pasiva -que permite escuchar a las especies que se comunican mediante sonidos- es una de las posibilidades que se están planteando desde hace tiempo para responder a la necesidad de detección y localización para especies de alto riesgo de colisión. También hay métodos en fase de prueba que, gracias a los avances en tecnología de imagen, podrían complementar a las soluciones acústicas”.
Las navieras, dispuestas a ayudar
El grupo Armas-Trasmediterránea ha sellado acuerdos con distintas ONG dedicadas a la protección del medio marino y desde el grupo aseguran que el objetivo de la empresa es seguir intensificando acciones que permitan generar una conciencia de respeto al mar.
“Tenemos un problema y lo que tenemos que hacer es poner lo mejor de nosotros mismos para conseguir que sea compatible el tráfico marítimo, que es necesario para cohesionar Canarias, con el respeto a los cetáceos y al mundo marino", indica Paulino Rivero Baute, responsable de Relaciones Institucionales del grupo Armas-Trasmediterránea. Incide en que el grupo al que representa tiene "la mejor disposición para trabajar con las instituciones y las organizaciones vinculadas a la protección del mar". Rivero está confiado en que es posible respetar el medio marino y a la vez "hacer lo que demanda la ciudadanía, que es tener unas comunicaciones rápidas entre islas", aunque para ello sea necesario un trabajo previo.
Un recurso turístico que hay que salvaguardar
No se puede obviar que el avistamiento de cetáceos es una actividad que produce un beneficio económico que debe ser considerado. Así lo respalda un estudio llevado a cabo por el Gobierno de Canarias y la Sociedad Española de Cetáceos, en el que se afirma que “el desarrollo de la industria de observación de cetáceos puede desencadenar numerosos cambios en la economía local y muchos de estos cambios se relacionan con otros cambios de tipo social o medioambiental”.
Vidal Martín asegura que “los cetáceos son un recurso turístico que evidentemente tenemos que conservar; sobre todo en Canarias, donde existe una industria de observación de cetáceos especialmente en las zonas suroccidentales de Tenerife, Gran Canaria y la Gomera".
Este artículo es una síntesis del programa de Bungalow103, Capital Radio. Si quiere escuchar el programa completo puede seguir este enlace