El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, inicia su nuevo mandato con un incremento de tasas e impuestos que afectan directamente al sector turístico y que, probablemente, encarecerán la experiencia vacacional.
Según lo publicado en el Boletín Oficial de la República de Turquía el pasado 7 de julio, hay diversos cambios:
- IVA: Se ha subido el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 18% al 20%, mientras que el reducido, que se aplica a restaurantes y hoteles, pasa del 8 al 10%.
- Tasas en la expedición de documentos oficiales: Aumenta un 50% la tasa para obtener visado o pasaporte.
- Impuesto sobre los préstamos al consumo: ha subido del 10 al 15%.
- Dar de alta un teléfono extranjero: La tasa de registro de los teléfonos móviles traídos del extranjero se incrementará de las actuales 6.091 a las 20.000 liras (de 212 a 703 euros).
También se ha presentado un proyecto de ley para aumentar el impuesto de sociedades del 20 al 25%.
Con todo ello, el gobierno turco pretende aumentar la capacidad recaudatoria para hacer frente a los altos costes que supone la reconstrucción de las áreas afectadas por los fuertes terremotos del pasado mes de febrero, que se cobraron la vida de más de 50.000 personas.
Asimismo, también tienen por objetivo sufragar algunas de las promesas electorales de Erdogan, como el aumento de los salarios o el impulso de las jubilaciones anticipadas.