El Puerto de Valencia se encuentra en plena fase ascendente en términos de cruceros; de hecho, su previsión es duplicar en este 2022 las cifras prepandemia. Ante incremento previsto para los próximos años—tanto de pasajeros como de operaciones—, desde la Autoridad Portuaria están haciendo los deberes mediante dos vías: el desarrollo de una nueva terminal de pasajeros y la apuesta por la generación de energías sostenibles tanto para abastecer al propio puerto como a los barcos que recalan en el mismo.

Una torre con 1.000 aerogeneradores


Uno de los proyectos que se está desarrollando es la instalación de dos plantas solares: uno con una superficie de 6.420 m² y una potencia de 1.461,6 KWp —cuyo plazo de licitación concluye el próximo 5 de septiembre— y una segunda en el techo del silo de automóviles de Terminal Valencia Europa.
 

Zona donde se quiere instalar la planta fotovoltaica en el Puerto de Valencia

Zona donde se quiere instalar la planta fotovoltaica en el Puerto de Valencia
 

Pero, sin duda, el proyecto más llamativo es la conocida como ‘La Torre del Viento’. La construcción, ubicada en el dique norte —junto a la bocana de acceso a La Marina— y desarrollada por el estudio Fran Silvestre Arquitectos, es una estructura de 170 metros que contará en su núcleo con 1.000 aerogeneradores.

La construcción, que tendrá un coste de 20 millones de euros, pretende dotar de electricidad limpia a las instalaciones portuarias. El estudio de arquitectura la define como “una torre esculpida por y para el viento”, compuesta de tres núcleos verticales de comunicación unidos dos a dos, y las turbinas eólicas de eje vertical se disponen en las zonas curvas que unen los núcleos de comunicación. Contará también con ascensores panorámicos.
 


 

Respondiendo a las demandas del sector de cruceros


Desde el sector de cruceros vienen reclamando que los puertos estén preparados para suministrar energía —a poder ser 100% renovable— a los buques. Recientemente, Benjamin Krumpen, el director gerente de Phoenix Reisen, destacó que el ejemplo a seguir son los puertos de Potsdam y Kiel (en Alemania), que dispensan a los barcos energía producida con aerogeneradores. “Son grandes excepciones, puesto que habitualmente los puertos ofrecen electricidad obtenida a base de la combustión de hidrocarburos o ni siquiera la ofrecen”, aseveró.