El sector de la aviación tiene previsto crecer un 7% en el continente africano en los próximos años (hasta el 2023). El Gobierno de Zambia, un país de gran potencial turístico, ha decidido invertir mil millones de dólares para mejorar las instalaciones de sus cuatro aeropuertos principales.
La máxima autoridad zambiana publicó un informe que revelaba que 1,6 millones de pasajeros visitaron el país en el año 2016, el 80% de ellos extranjeros.
La Unión Europea eliminó a Zambia de su lista negra en 2009 por lo que ya ha procedido con el registro de todas las aeronaves con su bandera con intención de entrar en el espacio aéreo europeo. Esto a su vez ha propiciado un gran interés de inversores extranjeros, sobre todo los sudafricanos y los turcos. Turkish Airlines, un súper conector con la región, parece querer adelantarse a sus rivales, los hubs del Golfo Pérsico donde tienen sus sedes Qatar, Emirates y Etihad.
La gran preocupación de Zambia, una vez que se abra al mundo a través de la conectividad aérea, es la amenaza de propagación de enfermedades contagiosas dentro de sus fronteras. Se está trabajando para implementar los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación a controles y procedimientos de prevención de total garantía. Su principal temor es un nuevo brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS), teniendo muy presente la cantidad de fallos y falta de preparación que se hicieron patentes al aparecer dicha epidemia.
Además, también se está trabajando en legislar nuevas normas para la industria de la aviación. Las empresas domésticas (Zambian Airways, Mahogany Air y Zambezi Airlines) e internacionales deberán dar pasos en pro de reducir niveles de dióxido de carbono emitido a la atmósfera y niveles de contaminación acústica.
Kenneth Kaunda International Airport