Los aeropuertos se han convertido en uno de los mejores escaparates para los productos típicos de cada destino. Dulces tradicionales, embutidos o turrones pueden ser encontrados en las numerosas estanterías y entre ellos tienen un lugar predominante los licores, los vinos y las bebidas espirituosas.

En una época en la que numerosas plataformas de pilotos y aerolíneas, especialmente de Reino Unido, están pidiendo la implantación de medidas para reducir el consumo de alcohol en el entorno aeroportuario, resulta chocante comprobar cómo incluso se invita a los viajeros a que tomen un trago para promocionar la bebida.

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Este es el caso de muchos aeropuertos de Reino Unido como el de Cork, donde con tal de promocionar brebajes tan tradicionales como el Whisky, se ofrecen pruebas gratuitas para que los turistas compren su botella de recuerdo. Pero también para que muchos ya inicien una borrachera que siguen en la cervecería, prolongan a bordo y culmina en el todo incluido del destino.

Muestras de licor en el aeropuerto de Gran Canaria

Imagen de turistas haciendo cola para degustar licor en el aeropuerto de Gran Canaria

Pero no es exclusivo de los anglosajones, por ejemplo, en el Aeropuerto de Gran Canaria se ofrecen chupitos de licor a las nueve de la mañana para que los viajeros, que guardan estoicamente la cola, pasen por caja por última vez.

Un problema grave

El abuso de las bebidas etílicas es el origen de muchos de los comportamientos violentos que se producen a bordo de los aviones. En Reino Unido, estos incidentes vinculados al consumo de alcohol han aumentado un 600% en solo unos años y en España afectan especialmente a las conexiones que llevan a los viajeros desde las islas británicas a destinos como Alicante, Mallorca e Ibiza.

En muchas ocasiones, la actitud de los viajeros que comienzan su fiesta antes de llegar al hotel provoca que se retrasen vuelos o que se produzcan aterrizajes no programados. Se está convirtiendo en un problema de tales proporciones que ha llevado al gobierno de Baleares a proponer la ley seca en los aeropuertos. Por ello, han solicitado al Estado español y a la Comisión Europea que limiten el consumo de alcohol a bordo y en los aeródromos.

Muchas aerolíneas como Ryanair o Jet2 ya se han pronunciado y han solicitado a las autoridades que reduzcan la venta de bebidas alcohólicas antes de los vuelos. Sin embargo, también es cierto que a estas peticiones se enfrentan los intereses de los productores locales que quieren distribuir sus productos y que han conseguido que se modifiquen normativas de seguridad con tal de garantizar que el negocio siga funcionando.