Aena ha abierto la caja de los truenos con su anuncio de que subirá un 4,1 % las tasas aéreas a partir de marzo de 2024, fijando el ingreso por pasajero en 10,35 euros. Tanto las aerolíneas como algunas comunidades autónomas han puesto el grito en el cielo con la decisión de la gestora aeroportuaria.

Toni Costa, portavoz del Govern Balear, ha recalcado en rueda de prensa que, en caso de que se produzca el incremento, del que son “poco partidarios”, “Baleares debe ser una excepción”. El transporte aéreo en las Islas Baleares es una necesidad y, si se incrementan esas tasas, serán los ciudadanos los que las terminarán pagando y eso no lo vemos con buenos ojos”, ha aseverado.

Toni Costa, portavoz del Govern Balear

Toni Costa, portavoz del Govern Balear

De forma similar se ha pronunciado la consejera de Turismo de Canarias, Jéssica de León, quien considera que la subida va a repercutir negativamente en la competitividad turística del archipiélago. “Cualquier impuesto que aumente los costes y que nos reste competitividad, nos preocupa y no es una buena noticia para Canarias”, ha afirmado, lamentando que la subida llega en un momento en el que el consumidor es muy sensible a las subidas en el precio de los viajes.

 

Las aerolíneas también han alzado la voz


Luis Gallego, presidente del holding IAG (Iberia, Air Europa, Vueling, British Airways, Level y Aer Lingus), ha aseverado que no están de acuerdo con el incremento. “Una subida del 4% nos parece que va a tener un impacto negativo en la recuperación del tráfico de las aerolíneas en un país como España”, ha asegurado durante la presentación de los resultados de IAG, afeando que Aena tome esa decisión mientras ha obtenido beneficios, mientras que las compañías aún están haciendo esfuerzos para recuperarse.

De forma similar se expresaron desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que consideran que el gestor “obstaculiza el deseado camino de la recuperación”. Creen que llega en un mal momento “con un horizonte de incertidumbre marcado por la guerra de Ucrania, los vaivenes inflacionistas al alza o la presión que pueda ejercer el incremento de tipos de interés en la demanda”.